El mes de julio ha sido el más mortífero en Irak en los últimos dos años, con 535 muertos, entre los cuales 396 civiles, según un balance entregado este sábado por los ministerios de Salud, de Defensa y del Interior.

Además de los civiles, 89 policías y 50 soldados murieron en los ataques. Hay que remontar a mayo de 2008 para encontrar un mes tan mortífero, con 563 muertos.

Además, 1.043 personas resultaron heridas en julio, de los cuales 680 son civiles, 198 son policías y 165 son soldados, lo que es el balance más elevado desde el comienzo del año.