Unos 300 indígenas brasileños liberaron a los ingenieros que mantenían cautivos en una hidroeléctrica en el estado Mato Grosso, pero seguían ocupando las instalaciones en reclamo de indemnizaciones, informó el martes la gubernamental Fundación Nacional del Indio (FUNAI).

Imagen: International Rivers

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Los manifestantes de 5 etnias indígenas que pueblan una área vecina en ese estado del centro-oeste de Brasil, habían ocupado el domingo el área de la represa Dardanelos en reclamo de compensaciones por los daños provocados por la construcción que comenzó hace casi 3 años en la localidad de Aripuana.

El domingo, al comenzar la ocupación, unos 100 empleados de la hidroeléctrica no podían salir del recinto producto de la manifestación.

Tras negociaciones con la empresa Aguas da Pedra responsable de la construcción, el domingo los trabajadores fueron intercambiados por cinco ingenieros, que fueron liberados después.

El martes continuaban las negociaciones y los indígenas debían presentar su lista de reivindicaciones, en una reunión con representantes de la FUNAI, el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), la Secretaría de Medio Ambiente regional y la empresa, informó a la AFP una portavoz de la Fundación del Indio.

“La empresa responsable de la obra se había comprometido a presentar un plan ambiental con acciones de mitigación social por la construcción de la obra. El hecho de que no lo hizo, provocó indignación entre los indígenas, que ocuparon la hidroeléctrica”, informó la portavoz.

“Queremos indemnización por la construcción de la hidroeléctrica. La obra queda a 30 km de la reserva (indígena) y causó un gran impacto social y cultural en la comunidad, sin contar con los daños ambientales, porque los animales para caza se apartaron”, declaró al sitio noticioso G1 el líder indígena Aldeci Arara.