El Juzgado de Garantía de de Parral, en un juicio abreviado, declaró culpable y condenó a dos agricultores de Parral.
Se trata de Juan Pablo Urra Gutiérrez y su hijo Manuel Humberto Urra Espinoza, quienes fueron condenados en calidad de cómplice y autor, respectivamente, del delito de quiebra fraudulenta por un monto de 400 millones de pesos.
La fiscalía luego de una larga investigación logró probar que ambos imputados celebraron contratos y ejecutaron diversos actos jurídicos y materiales sobre los bienes dados en garantía ante entidades bancarias en abierta contravención a las prohibiciones pactadas.
“La gravedad del hecho se refiere a la fe pública que significa pedir créditos y dar en garantía propiedades, entre los cuales hay derechos de agua. Son alrededor de de 16 ítems que comprende esa garantía y por un monto aproximado de 400 millones de pesos y en definitiva resultaron afectados distintos acreedores, entre ellos el Banco de Chile”, explicó el fiscal de Parral, Jorge Aravena.
Uno de los antecedentes que establece el fallo tiene relación con un contrato firmado por los imputados con un empresario, a través del cual transferían sus bienes que estaban en garantía a la sociedad en Islas Vírgenes Británicas. Estos traspasos tuvieron la finalidad de ocultar propiedades y derechos de agua del Canal Digua.
Los antecedentes fueron expuestos en un largo juicio abreviado realizado ante el magistrado de Garantía de Parral. Por estos hechos Manuel Urra deberá cumplir una pena de 3 años de presidio en calidad de autor, mientras que su padre, Juan Pablo Urra, una pena de 60 días de presidio como cómplice. Ambos imputados deberán cumplir la sanción con el beneficio de la remisión condicional de la pena.