El Blog de Pato Yáñez

 

Antes de viajar a Johannesburgo con Miguel Cajas y Hans Marwitz, vimos la última práctica de la Selección en Nelspruit para intentar determinar la oncena de Chile que enfrentará este lunes ante Brasil. O mejor dicho, los 10 jugadores de campo que acompañarán a Claudio Bravo en el momento de salir a la cancha. Pero nos fue imposible, por la cantidad de cambios que debe hacer Marcelo Bielsa y las variantes necesarias para el cotejo en Ellis Park.

Sí pudimos ver lo que habitualmente Marcelo Bielsa dispone en Ingweyama Resort: trabajar, o mejor dicho, recordar y repasar todo lo que en estos casi 3 años les ha ofrecido para que este grupo de jugadores y otros tantos que no están en Sudáfrica, puedan mostrar un camino distinto a otros procesos.

Que este ciclo requiere de gran sacrificio, esfuerzo y muchas veces dejar de lado el cómo sienten este juego, este deporte, que con el paso del tiempo pierde en lo lúdico, para transformarse en un fútbol mas físico: donde el atacante (por ejemplo) para poder jugar, debe primero saber defender, donde el defensa, con la aparición de los “laterales-volantes”, debe saber atacar y donde los creadores también deben funcionar en la destrucción. Es fútbol moderno dicen algunos, y esto a mi no me gusta demasiado, pero entiendo perfectamente que el desarrollo de la actividad mundial ha variado en demasía desde pisaba los pastos vestido de corto.

La Roja

La Roja en Johannesburgo | ANFP.cl

¿Por qué todo esto? Porque el sistema, esquema, estilo, o como tú lo quieras llamar, que propone Marcelo Bielsa, tiene un gran contenido de lo que acabo de mencionar: un técnico estudioso, trabajador, que sólo vive para el fútbol, para que no se le escape ningún detalle de los suyos y por supuesto de sus rivales, y esto me parece notable, porque le entrega al futbolista el máximo de información para que se desenvuelva con la mayor seguridad posible.

Es conmovedor ver como se detiene una practica cualquiera, para que los jugadores puedan apiñarse delante de un notebook y así, repetidamente, realizar los movimientos y jugadas, repitiéndolas hasta el cansancio, para memorizarlas como si fuera el playbook de la NBA que le entregan a cada novato para que lo estudie en sus ratos de descanso. Es por eso que este grupo marcó tantas diferencias en el campo sudamericano, obteniendo la clasificación batiendo todo tipo de records, transformándose después de Brasil en la mejor selección de la zona.

En la antesala del encuentro ante los brasileños, es bueno recordar todo lo positivo que realizo la Roja y que ojalá frente al “Scratch”, Marcelo Bielsa los suelte de tanta obligación defensiva. Que Sánchez juegue de atacante, bien arriba, que se preocupen de él y su gran trabajo como especialista en abrir defensas. Que no se desgaste tanto defendiendo y ayudando al lateral de turno, lo que le genera una baja importante en los 2dos tiempos. Que juegue Suazo, porque que algo tendrá que decir el goleador de las eliminatorias sudamericanas a la Copa del Mundo, por lo que hay que darle el respaldo necesario para que sea el eje de ataque. Que Valdivia (cuando ingrese) juegue en su puesto para que habilite a los hombres en punta, y si es Fernández el que entra, lo mismo para que recupere la alegría de ser el Mejor de América.

Los del medio que anticipen y si no, que no pierdan tirándose al piso, que obliguen a la segunda jugada al rival para dar tiempo a retomar posiciones y no perder el orden táctico. Los de atrás con seguridad a la hora del juego aéreo, y si hay que enviar un balón a la galería no va a hacer peor jugador al ejecutante: va a evitar el peligro y Bravo se los va agradecer.

En definitiva, que recuperen el protagonismo jugando al fútbol como lo hicieron en la fase de clasificación, donde brillaron con luces propias preocupándose más de lo suyo que del rival de turno. Los hinchas se lo van agradecer. Sea cual sea el resultado.