El seleccionador nacional, Marcelo Bielsa, descartó cambiar de esquema para frenar el poderío de España, en la definición del Grupo H del Mundial de Sudáfrica 2010, mañana en Pretoria.

Bielsa sentenció que no es momento de variar el 4-3-3 que ha sido habitual hasta ahora en la Copa del Mundo, por el mayor peso de las individualidades hispanas.

“Hemos jugado con equipos que tenías 2, 3 o un delantero y no vemos en eso dificultad en la disposición. Sí importa la jerarquía que sí tienen los delanteros españoles”, argumentó.

El estratega chileno evitó predecir que el equipo tendrá más trabajo ante el campeón de Europa, que en los 2 lances anteriores.

“La valoración de las producciones se hace por lo que se produce y evita, donde la valoración de las delanteras que se enfrente es importante, sin hacer valoración de de Honduras y Suiza”, afirmó.

Bielsa explicó que una presunta suplencia de Humberto Suazo es a causa de que “hace mucho tiempo que no tiene partidos complicados y eso se resuelve entrenando y fundamentalmente jugando partidos por los puntos y es una situación difícil de resolver y en esa tarea estamos”.

Consultado sobre la imagen de “superhéroe” en Chile, el ‘Loco’ fue cauto: “yo participé, me integré y colaboré de un proyecto que clasificó a un mundial y está intentando clasificar a segunda ronda, pero que cambiará todo en caso de no conseguirlo”.

Sobre la defensiva Copa del Mundo que se ha visto en la mayoría de los encuentros, aclaró que “la especulación es legítima, los entrenadores se adaptan a los futbolistas que poseen y a lo que creen más conveniente. A todos nos gustan más los partidos con goles y situaciones. Claro que eso no es valorado si eso no es acompañado de resultados. Se reclama la belleza del juego, mientras que se gane”.

Bielsa no tuvo empacho en reconocer que su compatriota Lionel Messi “es el mejor jugador del mundo” y del Mundial porque “ha sido desequilibrante en los 3 partidos en que participó y ha aportado muchísimo en los 9 puntos de nueve que consiguió Argentina”, equipo que “ha ido superándose, de menos a más, y siempre pudo imponer sus individualidades y un soporte colectivo muy firme”.