El creciente número de adolescentes embarazadas en Costa Rica que cursan la educación secundaria motivó una iniciativa que busca la aprobación de una ley que les permita, tras el alumbramiento, asistir con sus hijos a las aulas y así frenar la deserción.

“Evitar la deserción escolar y la feminización de la pobreza es el objtivo elemental de la iniciativa”, dijo a la AFP Erika Hernández, presidenta del Colegio de Abogados de Costa Rica, entidad que impulsa el proyecto en la Asamblea Legislativa.

Hernández precisó que en 2009 se registraron 13.000 embarazos en jóvenes de entre 15 y 17 años de edad que cursaban estudios, de las cuales muchas abandonaron las aulas tras su maternidad.

“Esta es una cifra muy grande para un país pequeño como Costa Rica, ya que representa el 20% del total de embarazos en el año”, lamentó la jurista.

El Proyecto Aulas – Cunas para Adolescentes Madres, que de aprobarse arrancaría en la capital, busca que las madres lleven a sus bebés a una sala paralela acondicionada, donde estarán cerca de ellos y continuarán con sus estudios.

“En las aulas, las adolescentes recibirían orientación psicológica para que no vuelvan a reincidir en más embarazos”, dijo Hernández, quien adelantó que el proyecto goza de buen ambiente en el Congreso y que para su eventual financiamiento buscarían el 15% del presupuesto de Asignaciones Familiares, que asiste a menores en escuelas del país, y buscarían otra parte del gobierno central.

“No tocaríamos nada del 8% del Producto Interno Bruto” que el Estado costarricense entrega anualmente para la educación nacional, que es gratuita y obligatoria hasta el noveno año de secundaria, puntualizó Hernández, quien destacó que Chile puso en práctica una iniciativa similar hace tres años.

La experta en derecho dijo que el creciente número de embarazos en adolescentes es un grito de alerta para las autoridades del Ministerio de Educación y los padres de familia.

“Creemos que los adultos todo lo sabemos y algo está fallando. El MEP (Ministerio de Educación Pública) va a tener que aplicar políticas más agresivas al igual que los padres de familia”, advirtió.