La flotilla internacional que transporta a centenares de militantes y ayuda para la Franja de Gaza abandonó el domingo las aguas chipriotas y se dirigía hacía el enclave palestino que se encuentra bajo bloqueo israelí, indicó una responsable del movimiento Free Gaza.
Imagen: telegraph.co.uk
“Cinco barcos abandonaron las aguas territoriales de Chipre esta mañana hacia las 02H00 GMT”, indicó a la AFP Audrey Bomse, consejera jurídica de la flotilla internacional cargada con ayuda para Gaza.
Bomse confirmó que dos barcos, que tenían previsto unirse a la flotilla, no pudieron hacerlo por problemas técnicos, y aseguró que un segundo convoy, integrado por esos dos barcos y el “Rachel Corrie”, que viene de Irlanda, partirá hacia Gaza, a mediados de la semana, probablemente el martes.
Un responsable israelí volvió a afirmar el sábado que la marina del Estado hebreo bloqueará, mediante la fuerza si fuere necesario, a la flotilla internacional, si ésta se empeñara en acercarse a las costas del territorio palestino, sometido a un estricto bloqueo -excepto para los productos de primera necesidad– por Israel desde que el movimiento islamista palestino Hamas tomó el control, en 2007.
“Estamos más determinados que nunca”, había indicado por su parte Eliza Ernshire, miembro del movimiento Free Gaza que organizó la operación destinada a llevar ayuda internacional a la Franja de Gaza.
Según ella, uno de los siete barcos de la flotilla fueron “dañados deliberadamente”. Uno fue reparado en Famagouste, en el norte de la isla de Chipre, una zona ocupada por Turquía y no reconocida internacionalmente.
La partida de la flotilla, que en principio se debía hacer el viernes, fue aplazada hasta el sábado.
Según los organizadores, la ayuda de 10.000 toneladas consiste en 100 casas prefabricadas, 500 sillas de ruedas eléctricas, así como equipos médicos y materiales de construcción.
El Estado hebreo prevé, si los barcos se niegan a retroceder, interceptarlos y dirigirlos hacia el puerto israelí de Ashdod, al sur de Tel Aviv, antes de detener a los militantes y enviarlos a sus países.
