Varios detenidos han sido violados, torturados con electricidad y golpeados en una “cárcel secreta” en Bagdad cerrada recientemente, afirmó el miércoles en un informe la organización de defensa de Derechos Humanos Human Rights Watch.
Estas acusaciones recuerdan los malos tratos impuestos en 2004 por una unidad estadounidense en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, y que habían conmocionado a la opinión pública internacional.
HRW indica haber entrevistado a 42 de los 300 hombres recientemente trasladados de la “cárcel secreta” hacia el centro de detención de Rusafa, en el este de Bagdad, tras darse a conocer unas informaciones sobre malos tratos en esta prisión.
“El horror que hemos descubierto deja pensar que la tortura era la norma en Muthana”, un centro situado en el antiguo aeropuerto de Muthana, en el oeste de Bagdad, afirma Joe Stork, director adjunto del departamento Medio Oriente de HRW.
Según HRW, durante los interrogatorios, los investigadores colgaban por los pies a los prisioneros, les golpeaban, les daban latigazos y les colocaban una bolsa de plástico en el rostro para impedirles respirar.
“Cuando perdían el conocimiento, se les reanimaba con descargas eléctricas en sus genitales y en el resto del cuerpo”, añade el informe.
Los detenidos afirmaron que los investigadores y los servicios de seguridad les sodomizaban con mangos de escobas o con sus pistolas.
Algunos tuvieron que hacerles felaciones a los interrogadores y a los guardias, asegura el informe. A los detenidos se les azotaba con cables y se les quemada con ácido o con cigarillos.
Los prisioneros, originarios de la provincia de Ninive (norte) y sospechosos de ser insurgentes, fueron detenidos entre septiembre y diciembre de 2009, según el informe.
“El gobierno debe emprender acciones legales contra todos los responsables de estas brutalidades sistemáticas”, reclamó Stork, que reclamó una investigación independiente.
Después de que el Los Angeles Times revelara el pasado 19 de abril los malos tratos sufrido en esta cárcel, el primer ministro Nuri al Maliki anunció en televisión el cierre del centro.