Alvaro Rudolphy en Valdivia

En medio de sus grabaciones de la teleserie “Conde Vrolok”, el actor hizo un espacio en su agenda para animar la XVI Versión del Festival Internacional de Cine de Valdivia.

Desde la denominada “capital del cine”, el actor conversó en exclusiva con Radio Bío-Bío. Fue mirando hacia el río Calle-Calle, que descubrimos a Rudolphy.

La entrevista es de Monserrat Valenzuela, desde Valdivia
Imágenes: Monserrat Valenzuela e Ilusiones Ópticas en Flickr

Con mirada cálida y paso tranquilo se ve a Álvaro Rudolphy por las calles de Valdivia. Reconoce que le da tristeza pensar que dejará la ciudad el domingo, cuando deba retornar a Santiago, a las grabaciones de la teleserie que lo convertirá en un vampiro victoriano.

Fue con la prestancia de este personaje que nos esperó junto a un café mirando el río Calle-Calle, desde las alturas del hotel en el que se hospeda durante su estadía en la ciudad para animar por 3º vez el festival de cine sureño. Un certamen que según él, es el más importante del sector que Chile realiza.

“Es la ventana para mostrar y recibir el cine no-comercial que se está haciendo en otros lados; de nuevas tendencias. La industria que maneja el cine pasa fundamentalmente por este festival. Obviamente, es el Festival ‘orgullo’ que tenemos”.

Un festival que se inició con la exhibición de la película “Ilusiones Ópticas” en la que Rudolphy tiene un rol protagónico y que no duda en defender en su forma y fondo. El trabajo se ríe de la idiosincrasia de los chilenos que viven en provincia y los esfuerzos que estos harían por ingresar a una sociedad tercermundista.

Al intérprete del “Comisario Rivas” le gustó tanto la película que está confiado en que dejará una huella imborrable en la historia del cine criollo.

“Es una forma distinta de empezar a mostrarnos. Es mucho más nuestra que las películas que se han hecho, como las que tratan de emular las de acción norteamericanas, o estas comedias argentinas medias eróticas. Esta es una película realmente chilena. Por eso le ha ido demasiado bien afuera”, comenta.

“Yo soy un mero, mero”

Alvaro Rudolphy

El actor no duda, incluso, en comparar la trascendencia que tendrá “Ilusiones Ópticas” en el público y en la historia de las producciones chilenas, con la marca que dejaron clásicos del cine nacional como “El Chacal de Nahueltoro”, de Miguel Littin o “Julio comienza en Julio” de Silvio Caiozzi.

“Uno puede encontrar aquí una veta que se puede explotar y encontrar (así) nuestra identidad. Nos muestra como unos personajes medios apáticos, tristones, pero con una visión que se ríe de esa forma de enfrentar la vida que tenemos, con un humor muy agudo, que me parece muy atractivo. Eso fue lo que me sedujo a participar de la película”, destaca Rudolphy.

Pero esta película no sólo sedujo a Rudolphy antes de decidirse a participar. La crítica ha sido igual de generosa con ella, dirigiendo todas las miradas hacia su director, Cristián Jiménez.
Un tema que según el actor, debiera suceder con regularidad. Esto, ya que el “Conde” hace una crítica velada a la preponderancia que se le da en el país a los actores de televisión, cine o teatro.

“Generalmente se nos trata de dar una especie de poder o injerencia que los actores no tenemos dentro de las producciones dramáticas. Somos meros actores. Como decía Les Luthiers: “Yo soy un mero, mero”.