Los agricultores de Bío-Bio respaldaron la petición de salvaguardias que hizo Fedeleche ante la Comisión de Distorsiones para contrarrestar los efectos de la leche subsidiada de otros países.

El organismo gremial recurrió a dicha instancia para pedir la aplicación de impuestos adicionales en hasta un 31,5% a los productos lácteos importados, principalmente de Argentina, ya que tendrían fuertes subsidios de sus propios gobiernos.

Según Juan Pablo Aruta, titular de Aproleche Biobío, tienen la esperanza que las salvaguardias se apliquen a la brevedad para salvar del precipicio a los lecheros del país.

El dirigente explicó que las leches subsidiadas repercuten negativamente en el precio pagado al consumidor, rebotando en los productores que ahora atraviesan una aguda crisis de rentabilidad.

Sin embargo, Aruta advirtió que aunque la comisión de distorsiones avale aplicar salvaguardias a las leches importadas, la última palabra la tiene la Presidenta de la República, quien debe firmar el respectivo decreto.

Por eso, sostuvo que continuarán alertas para analizar el devenir de la actividad y las resoluciones de las autoridades en torno al tema.