La artista censurada en Viña por cantar 36 veces "No" en plena Dictadura y que terminó elegida reina

La historia de Marcela Sánchez, conocida artísticamente como Maché, es una narrativa marcada por la controversia, por la desclasificación y censura que tuvo en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de 1988.

Su paso por este emblemático evento estuvo teñido tanto por su prometedora participación como por la polémica descalificación de su canción, un episodio que refleja las tensiones políticas y culturales de la época.

En 1988, Maché se preparaba para representar a Perú en el Festival de Viña del Mar con la canción “No vas a hacerme el amor”, un tema que había clasificado limpiamente para participar en este concurso.

Sin embargo, se encontró inesperadamente en el centro de un escándalo cuando las autoridades del festival desclasificaron su canción.

Marcela Maché Sánchez: plagio o censura en el Festival de Viña del Mar

La justificación oficial para esta decisión se basó en una “verificación técnica” realizada por el director musical del festival, Horacio Saavedra. Él dictaminó que la canción de Maché y otra presentada eran “prácticamente iguales”.

Esta acción se interpretó por muchos como un acto de censura más que como una preocupación genuina por la originalidad musical.

La controversia se profundizó por el contexto político de Chile en ese momento. Se sugirió que la verdadera razón detrás de la descalificación de la canción era su letra, que repetía la palabra “No” en múltiples ocasiones.

Esto podía interpretarse como un mensaje político en un momento de alta tensión, poco antes del plebiscito que decidiría la continuidad de Augusto Pinochet en el poder.

Este detalle no era menor, considerando el ambiente político cargado en Chile, donde el “No” se había convertido en un lema de la oposición al régimen militar.

Maché, junto a los compositores Armando Massé y Claudio Fabbri, reaccionaron con firmeza ante la descalificación. Negaron de inmediato cualquier acusación de plagio y defendieron la originalidad de su trabajo.

“Vengo con un tema romántico, limpio. Soy músico, no político”, declaró Massé, informó El País en la época.

El gobierno negó la censura al Festival de Viña del Mar

La situación llegó a tal punto que incluso se consideró la posibilidad de acciones legales en respuesta a la acusación de plagio, un cargo que ellos rechazaban rotundamente.

La compositora chilena Jacqueline Cadet fue señalada como la supuesta autora plagiada, por su tema “Déjalo así”, aunque esta acusación fue ampliamente disputada, indicó El Comercio.

Por su parte, el Gobierno Militar negó que existiera una razón política en la descalificación de la canción peruana.

Reina del Festival

Aunque no pudo participar en la competencia internacional, Maché no pasó desapercibida en el Festival de Viña del Mar.

Ese año, la prensa volvió a realizar la tradicional elección de la reina del certamen. Ese año Marcela la soberana elegida.

La cantante fue electa a modo de protesta por parte de los medios de comunicación que estaban en el lugar, por toda la controversia que se dio tras la censura que vivió en el Festival de Viña 1988.

Otras controversias del Festival de Viña del Mar 1988

La edición de 1988 del Festival de Viña del Mar estuvo marcada no solo por la controversia alrededor de Maché, sino también por otros momentos de tensión política y social.

Artistas como Richard Page, de Mr. Mister, usaron el escenario para expresar su descontento con la dictadura. El cantante señaló “un saludo para los actores amenazados de muerte, los artistas del mundo estamos con ellos”, en un casi perfecto español.

Aunque el momento no fue televisado, sí se escuchó en la Quinta Vergara. Luego, el mismo Antonio Vodanovic lo invitó al escenario para que emitiera unas forzadas disculpas públicas. El artista indicó en inglés señalando “Yo no soy un político, solo soy un músico y los amo”.

En esta edición también se destacó la presentación de José Luis “Puma” Rodríguez. El cantante esperó en el escenario a que le entregaran la Gaviota de Plata, premio que pedía el monstruo del festival.

Tras recibirla, el artista señaló “A veces, hay que escuchar la voz del pueblo”, una frase que pasó a la historia de nuestro país.

Estos incidentes reflejan cómo la música y la política se entrelazaron de manera compleja durante el festival, en un periodo de significativa agitación política en Chile.

La historia de Maché en Viña del Mar es un capítulo notable en el festival, ilustrando cómo el arte y la expresión cultural pueden convertirse en puntos focales de debate político y social.