Hoy en día, gran cantidad de locales cuentan con máquinas para pago (POS). De estos equipos, según se señala desde la empresa Transbank, 93% de los equipos se vuelven a poner en operación a través de su reparación; sin embargo, hay un 7% restante que generalmente es desechado.
De esa manera, hace más de 10 años, una iniciativa comenzó a reciclar los equipos restantes, separando los plásticos del resto de los residuos para ser gestionados dentro de la norma.
Un informe del Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas calculó que en el mundo se generan alrededor de 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos que son desechados anualmente, lo que produce metales pesados como mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio, lo que contamina los ecosistemas.
En ese contexto, la medida impulsada por la compañía chilena de medios de pago, Transbank, en conjunto con la empresa de reciclaje de aparatos electrónicos y metales, Recycla, permitió que durante 2022 se entregaran residuos de 20 mil máquinas para pago.
Asimismo, en lo que va de este año, se han reciclado más de 70 mil POS, evitándose la emisión de 4,188,2 toneladas de CO2 a la atmósfera.
En el proceso, se identifican los equipos que deben ser retirados de circulación, para ser revisados y evaluados en su centro de operaciones. Una vez hecho eso, las máquinas obsoletas son destruidas, desarmadas y, luego, se define cómo son recuperadas o eliminadas, según lo indicado por la normativa.
Durante su curso, la iniciativa ha logrado reciclar más de 430 mil máquinas POS -equivalentes a 24.029 kg- para el tratamiento de residuos electrónicos.