Los rinocerontes blancos del norte pronto podrían extinguirse para siempre, pues sólo queda un macho vivo de la especie.

Se trata de Sudán, que vive en la reserva Ol Pejeta Conservancy en Kenia junto a las únicas dos hembras que quedan en el mundo: Najin, pareja del macho, y Fatu, hija de ambos.

Sudán asustó a todo el planeta la semana pasada, cuando se informó que cayó enfermo producto de una severa infección que contrajo en su pierna trasera derecha.

El animal no estaba respondiendo al tratamiento, por lo que se pensó que tal vez habría que sacrificarlo para evitarle más dolor.

No obstante, ahora volvemos a tener esperanza, ya que tras dos semanas de complicaciones, los veterinarios estarían “cautelosamente optimistas” de que comience a responder al tratamiento y se recupere, señaló la reserva Ol Pejeta en Twitter.

De esta forma, es menos probable que haya que dormirlo, aunque esa posibilidad aún no ha sido descartada.

Asimismo, añadieron que en la última semana ha llovido, lo cual ha mejorado el ánimo de Sudán, que disfruta de recostarse en el lodo.

Para evitar la extinción de la especie, la revista National Geographic indica que los científicos están tratando de utilizar fertilización in vitro.

Asimismo, añade que actualmente Sudán tiene 45 años, en circunstancias que la esperanza de vida de estos rinocerontes es de 50 años, por lo que aunque ahora se recupere, es de esperarse que el macho muera pronto.