El sacerdote jesuita Felipe Berríos se refirió a lo ocurrido esta jornada con el recibimiento del papa Francisco con las víctimas de abuso de Fernando Karadima: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.

En entrevista con Expreso Bío Bío, criticó la prescripción de los delitos sexuales a nivel judicial, considerando que las víctimas de abusos se pueden demorar hasta 40 años en asumir lo que les ha pasado.

Ante la prescripción, queda la posibilidad de investigación canónica cuando los acusados de abuso son parte de la Iglesia.

En esa línea sostuvo que la investigación canónica “tiene un sistema que tiene partes secretas que manda a Roma y da la sensación que se estaba ocultando y muchas veces se usaba para ocultarlo“.

“Lo que lleva al abuso sexual es el abuso de poder, que se da en todo orden de cosas y que se ha dado principalmente en la Iglesia porque este sistema de secretismo y verticalismo que se introdujo en la Iglesia en los últimos 30 años”.

Consultado sobre qué debe hacer la Iglesia para remediar la situación apuntó por un cambio de estilo, una “vuelta a lo que propuso el Vaticano II, que nunca debimos salirnos de esa huella: una iglesia más horizontal, donde no se sacrilice a los curas”.

Respecto a las figuras de los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati, el sacerdote jesuita sostuvo que “son el pasado y yo creo que ya hay un juicio social sobre ellos, no creo que valga la pena gastar tiempo refiriéndose” a ellos.

Obviamente que deben salir, pero independientemente de ello hay un juicio social”, recalcó Berríos, agregando que “no basta con sacar un obispo si tú sigues con la misma mentalidad”.

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