Una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, y los Laicos de Osorno, acusaron al cardenal Francisco Javier Errázuriz de querer desligarse, él y a la iglesia chilena, de la baja concurrencia a las actividades del Papa en Chile.

Esto, luego de que se diera a conocer la carta completa de Errázuriz a las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, donde además acusó intenciones de las víctimas de Karadima de presionar a los jueces para que fallen a su favor en los recursos.

Si bien ya se habían conocido algunos detalles de la misiva, en la que el cardenal cuestionó el protagonismo del obispo de Osorno, Juan Barros, durante la visita de Francisco, en las últimas horas se conoció la carta completa.

En la misiva acusaba reiteradamente a la prensa de crear un segundo foco y además arremetió contra las víctimas de abuso por parte de Karadima, afirmando que presionan a los jueces de la Corte de Apelaciones, que deberán sentenciar recursos interpuestos en la justicia, inducidos por su abogado.

Acusó a los denunciantes de difamarlos públicamente a él y al cardenal Ricardo Ezzati, al tratarlos públicamente de encubridores, delincuentes y criminales; y también de tratar al Papa de inconsecuente, mentiroso y encubridor.

Una de las víctimas del expárroco de El Bosque, Juan Carlos Cruz, catalogó de mentirosa la carta, acusando desesperación por parte de Errázuriz.

El vocero de los Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, cuestionó las palabras de Errázuriz sobre las víctimas de Karadima.

Además, acusó un intento de cortar por lo más delgado, ahora que Barros ya no le es tan rentable a la iglesia.

En una carta enviada al mismo Errázuriz, los laicos cuestionaron el balance positivo de la visita del Papa, precisando en el texto que “cuando ni usted ni los demás obispos estuvieron en ellas”.

Claret también se mostró molesto por el que, a su parecer, es un intento de “lavarse las manos” en la carta, en la que también reclamó por el apoyo a la permanencia de Barros en el obispado.

Mientras, el cardenal y ex protodiácono del Vaticano, Jorge Medina, respaldó a Errázuriz y también alegó que Barros debió estar en segunda línea durante la visita del Papa.

Medina respaldó además la decisión del Papa de enviar a un emisario especial para escuchar los relatos que apuntan a Barros como encubridor de Karadima. Un proceso en que dicen confiar las víctimas del sacerdote Karadima y los Laicos de Osorno.