Días cruciales vive el pequeño Cristian Puentes, quien se mantiene internado en estado grave en la clínica Sanatorio Alemán a la espera de un nuevo hígado. El niño ya fue sometido a un trasplante, pero el órgano no ha respondido según lo esperado por los médicos, por lo que necesita una nueva intervención.

El hígado trasplantado al niño de 12 años está en un tercio de su función, con alto riesgo de infecciones y complicaciones vasculares.

El niño está sometido a un tratamiento denominado “plasmaféresis”, especie de diálisis que retira los factores inflamatorios de la sangre y que actualmente lo mantiene estable, pero grave, conectado a ventilación mecánica y como prioridad nacional para un nuevo trasplante de hígado.

El jefe de la Unidad de Trasplante del Sanatorio Alemán de Concepción, Franco Innocenti, explicó que la condición de Cristian no ha empeorado en los últimos tres días, pero el riesgo aumenta en la medida que el tiempo pasa.

Hoy el menor está en condiciones de ser trasplantado, pues en este instante no presenta ninguna contraindicación para esa intervención, por lo que sólo se necesita un hígado, con lo que la espera y la esperanza se mantienen.

Según los especialistas, una vez instaurado el cuadro clínico y agotadas todas las posibilidades de tratamiento médico, se debe proponer el retrasplante antes de que el rechazo al órgano deteriore irreversiblemente al paciente.