Lamentablemente los casos de maltrato, psicológico o físico, dentro de una relación, son los protagonistas de muchas denuncias a diario. No obstante existen situaciones en donde la pareja se enfrenta a un maltrato “silencioso” que pocas veces es descubierto por la víctima.

“Hacer luz de gas” o “gaslighting” es un término creado a partir de la obra de teatro de 1938 Gas Light (la que llegó a la pantalla grande en 1994), para definir una desconocida forma de abuso psicológico. En la presentación teatral el protagonista intenta convencer a su esposa que está loca, manipulando los objetos de su casa con intención de hacerle creer que evidencia situaciones paranormales que sólo ella ve.

Al igual como se planteó sobre el escenario, el Gaslighting es un tipo de maltrato psicológico llevado a cabo por una persona cercana a la víctima, que intenta hacerle creer que padece algún trastorno mental. Según señala el psiquiatra Theodore L. Dorpat, autor de un libro basado en este abuso, el agresor manipula distintas situaciones para convencer a su pareja que está delirando, equivocada o padece lagunas mentales.

“Esto puede ir desde simples negaciones por parte del abusador de que determinados eventos hayan ocurrido hasta la escenificación de situaciones extrañas para desorientar a la víctima”, explica el doctor.

También se reconoce como Gaslighting cuando dentro de una alterada discusión de pareja, uno de los dos niega haber alzado la voz o realizado alguna actitud violenta, hasta el punto de hacer dudar al otro.

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Sin embargo, este tipo de maltrato psicológico no sólo se da dentro de una relación de pareja. Existen casos de abuso sexual infantil y contra la mujer, en donde tanto el agresor como las personas que rodean a la víctima no creen su testimonio, obligándola a pensar que el acto fue obra de su imaginación. Así lo señaló la activista Florence Rush, en su libro The Sexual Abuse of Children: A Feminist Point of View.

Rush también sostiene que muchas pacientes del médico neurólogo Sigmund Freud, que habían reconocido que sufrieron abuso sexual, fueron convencidas por el autor que habían imaginado la situación, por lo inadmisible que sonaban los relatos para la época.