El diagnóstico para Roberto Lara fue lapidario, Leucemia Linfoblástica Aguda, es decir, un cáncer de la médula ósea y la sangre que impide la producción de las células normales. Eso ocurrió hace siete años y desde esa fecha no ha bajado los brazos. Se aferra a la vida, pero hoy vive una carrera contra el tiempo y requiere con urgencia un trasplante.

Actualmente el joven serenense tiene 31 años y la dura enfermedad se le presentó cuando aún estaba en la universidad preparando la tesis para convertirse en profesor de Educación Física.

Para su familia también ha sido un impacto fuerte. Roberto siempre ha estado ligado a la vida deportiva, siendo el fútbol su mayor pasión. Desde ese momento han vivido juntos los momentos más duros.

Sus seres queridos lo acompañaron al Hospital del Salvador que es el centro de referencia de enfermedades hemato-oncológicas para adultos de nuestro país. Después de un largo tratamiento de quimioterapia presentó la remisión de su enfermedad.

“En diciembre del año 2013 presenté la remisión y fui dado de alta, pero mi alegría se vio interrumpida luego de dos meses debido al rebrote de ésta”, comentó el joven en una carta.

Su hermana Macarena recuerda que en los siete años que Roberto estuvo en tratamiento todo era por sistema público, “pero cuando nos enteramos que la solución era un trasplante de médula, se nos complicó un poco porque el Auge nos financiaría siempre y cuando yo fuese compatible con él, sin embargo, no fue así”.

Barajando opciones

Conseguir un donante desde un banco de médulas óseas o acceder a un trasplante de médula de parte de sus padres, emergen como las opciones con un elevado costo financiero.

Después de analizarlas, finalmente se eligió esta última, con un valor que se aproxima a los 150 millones de pesos. Actualmente Roberto está realizándose los exámenes correspondientes y definitivos en el Hospital Clínico Universidad Católica en Santiago.

Complicados por la gran cantidad de dinero que se requiere para concretar su operación, los familiares no pueden entender que la salud de una persona dependa del dinero. “Nos desilusionamos un poco al pensar lo difícil que es. Nos dijeron ‘ustedes necesitan cerca de 200 millones para que pueda ser operado’. Si esa opción no está cierran la puerta. El sistema está muy mal”, se lamentó Macarena.

Sin embargo, desde Santiago su familia más cercana reconoce que es un momento difícil pero a la vez los motiva el optimismo que nunca ha perdido Roberto.

“Él quiere salir de esto y está con todas las ganas de hacerlo y sobre todo cuando hay muchas personas apoyándole”, manifestó Macarena.