El Gobierno confirmó anoche la renuncia de la ministra de Salud, Helia Molina, luego de sus declaraciones sobre el aborto.

La ahora ex secretaria de Estado dijo al vespertino La Segunda que “en todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas. Las personas con más dinero no requieren de leyes, porque tienen los recursos”.

El Ejecutivo salió rápidamente a quitar el piso a Molina, declarando que los dichos fueron a título personal y no representaban la opinión del Gobierno, lo que desembocó finalmente en su salida.

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Jaime Mañalich, ministro de Salud del gobierno de Sebastián Piñera, conversó con Expreso Bío Bío sobre la renuncia de su sucesora.

Sobre las declaraciones de Molina y de una futura iniciativa sobre aborto, Mañalich explicó que “es una respuesta que le da a (Guido) Girardi, que la presiona para presentar un proyecto, para adelantar esta discusión, y la amenaza con que si no se presenta un proyecto a la brevedad, él va a poner en tabla las mociones parlamentarias de aborto que hay. La ministra, dada la trascendencia que tiene el senador Girardi en el ministerio y en ella en particular, toma la pauta y le responde, y se mete en un problema y mete al Gobierno en un problema político indeseable para la actual tramitación de reformas”.

Más adelante añadió que “esta entrevista es claramente una respuesta al requerimiento, a la amenaza que hace el senador hace unos días que dice ‘o me mandan el proyecto de aborto como yo quiero, o igualmente lo voy a poner en tabla’. Y la ministra se hace cargo, porque el senador tiene una enorme influencia en esta ministra, y le responde ‘no te preocupes, Guido, vamos a sacar adelante esta ley como tú la quieres’. Es ese el diálogo que está escondido detrás de estas declaraciones”.

“El problema esencial de la renuncia es que mete al Gobierno en un problema, en un momento en que la presidenta de la República está haciendo un anuncio político de enorme importancia en Puerto Montt, diciendo que los intendentes van a ser elegidos directamente y acentuando una agenda de descentralización, ese anuncio queda totalmente opacado por esa tremenda noticia, escándalo“, agregó.

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El médico declaró también que “lo que señala la ex ministra es una sensación de guata. No corresponde a la responsabilidad con la cual un ministro debe enfrentar un problema, porque ella como funcionaria pública, si es que está en conocimiento de esto que hasta hoy es un delito, el Código de Procedimiento Penal es muy claro en decir que ella tiene una obligación de denunciar los casos que conoce“.

Consultado sobre su labor como director de la Clínica Las Condes y de si los abortos son una práctica extendida en recintos médicos privados, Mañalich indicó que “nosotros tenemos agencias internacionales pro aborto que inflan artificialmente los datos en países en vías de desarrollo para promover el aborto como una técnica más de control de natalidad, que es eso el aborto en Chile. Es un instrumento fundamental de una mujer que tiene 1, 2 o 3 hijos, que queda embarazada que dice ‘no quiero más’ y aborta. Es muy raro que hayan adolescentes o madres primerizas que abortan. ¿Cuántas mujeres? Se estiman que son del orden de 14 mil al año. La figura que plantea la ministra de aborto quirúrgico es prácticamente es inexistente, porque se han desarrollado medicamentos que permiten un aborto no invasivo… Yo creo que es extraordinariamente poco probable de que en clínicas de alto nivel o alto estrato socioeconómico se practican abortos hoy día… Cualquier médico de Clínica Las Condes sabía que si se vinculaba a un aborto, yo lo denunciaba a la justicia”.

Además, añadió que se aplicaba un estricto protocolo para evitar realizar abortos dentro del centro asistencial que dirigía antes de pertenecer al gobierno de Piñera.

El ex ministro luego aseveró que le parecía delicado que en la misma entrevista en La Segunda, Molina se refiera a la objeción de conciencia a la hora de realizar un aborto y la posible abstención de los recintos médicos pertenecientes a la Universidad Católica a practicarlos, donde la ex secretaria de Estado tienen contrato vigente y que fue suspendido por mientras estuviera en el Gobierno. Molina expresó que si eso ocurría, dejarán de trabajar con Fonasa y con los pacientes del sistema público.

“Yo pienso que ese párrafo es más grave o el más crucial en la declaración de la ministra… Esto es muy grave, hasta este momento nunca esta amenaza había sido proferida de esta manera, en el sentido de coercionar a instituciones como la Universidad Católica en el sentido de o hacen abortos o ustedes dejan de recibir pacientes de Fonasa y se las entienden solos”, expresó.

Escucha la entrevista completa realizada por Patricio Cuevas en Expreso Bío Bío: