Al respecto el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz, calificó como un hecho de “suma gravedad” el informe entregado en primera instancia por ENAP con información “tan equivocada” que propició a que el desastre fuera calificado como un “derrame menor”.
“ENAP debe asumir su responsabilidad, no sólo por el derrame sino por su mal manejo posterior”, afirmó.
A través de un comunicado, la organización sostuvo que el Reglamento para el Control de la Contaminación Acuática califica como un derrame menor aquel que no supera los 5 metros cúbicos, es decir 5.000 litros. Un derrame mediano, agrega, lo constituye desde los 5 metros cúbicos hasta 500 metros cúbicos, lo que estaría en el rango de esta emergencia.
Ello formó parte de las razones por las cuales Oceana presentó el miércoles 1 de octubre una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente, exigiendo que se determinen las responsabilidades del vertimiento de hidrocarburos.
“Las empresas del sector no tienen ninguna credibilidad y no se les puede confiar a ellas la solución de más de 40 años de contaminación de la que son responsables junto a autoridades que no han puesto los controles adecuados”, señaló el director ejecutivo de la organización.