Sabido es que la familia no se elige. Al aceptar esta condición, se hace explícito que los padres, hermanos, tíos o primos que tengamos, serán parte de nuestra vida por siempre.
Hace unos días se conoció el caso de la familia de una conocida conductora de televisión, donde dos hermanos se agredieron fuertemente a través de las redes sociales. ¿Por qué suceden situaciones extremas como ésta?
Al respecto, la psicóloga de la U. San Sebastián, Fernanda Orrego, comenta que “es natural que desde muy pequeños perciban que el tiempo de sus padres es escaso y que deben compartirlo, así como también los juguetes y otras cosas. Es en este contexto que las estrategias que hayan utilizado los padres para resolver ‘las peleas de niños’ irán construyendo las bases de las resoluciones de conflictos en etapas posteriores”.
La profesional agrega que “la familia es el primer contexto de interacción social en la cual se aprende a resolver conflictos. En la medida en que se va creciendo, otros adultos pueden ser modelos de resolución de conflictos (positivos y negativos), como profesores del jardín, del colegio y desde la adolescencia en adelante, también los pares y parejas ofrecen modelos de resolución de conflictos”.
Orrego señala que “dependiendo de la manera en que se resuelvan los conflictos y los modelos que los niños posean es que pueden potenciarse relaciones de rivalidad o favorecerse experiencias donde se potencie la fraternidad y la colaboración entre hermanos. De este modo, si bien toda relación implica que existirán conflictos, esto no implica que siempre sean peleas y sean hirientes”.