Aquel 4 de julio de 2003, mientras celebrara el día de la independencia junto a su familia en Nueva York, Kiara de 10 años, sufrió un accidente que le cambió la vida.

La pequeña fue impactada por el vehículo de un conductor que manejaba bajo los efectos del alcohol.

La niña fue transportada en helicóptero a un hospital y pasó 11 días en cuidados intensivos recuperándose del accidente.

Producto del impacto, Kiara perdió la parte inferior de su pierna derecha. Aunque la mitad superior quedó intacta, los médicos no pudieron salvarla, por lo que tuvieron que realizar una amputación completa.

A un año del accidente, Kiara recibió su primera pierna ortopédica. “Nunca antes había visto a una persona amputada cuando recibí mi prótesis, me sentí muy sola y no tenía a nadie a quien admirar“, admitió la modelo en entrevista con el diario electrónico Metro.

Un referente para otras niñas

Tras asumir su discapacidad, la joven decidió que quería ser un referente para otros niños. “El accidente encendió un fuego dentro de mí para seguir una carrera en el modelaje y, en muchos sentidos, fue mi creación”, admitió.

“Si hay otras niñas pequeñas con diferencias en las extremidades, entonces quiero ser su representación“, reflexionó.

De este modo, a los 18 años Kiara comenzó modelando gratis, para aspirantes a fotógrafos. “No tuve que pagar nada, así que funcionó para ambas partes”, destacó sobre esta primera experiencia ante la cámara.

Su llegada al mundo del modelaje

En 2018, después de mudarse a la capital de la moda, Nueva York, la joven firmó con la agencia inclusiva We Speak, la cual tiene como objetivo aumentar la representación de los modelos BAME (Black, Asian, and minority ethnic), así como de las personas con discapacidad o de talla grande.

Siempre soñé con ser modelo, pero nunca me pareció una opción viable hacerlo a tiempo completo, por lo que se siente muy surrealista“, añadió.

Fue así como Kiara ha sido contactada para participar en diferentes campañas de marcas como Target, Tommy Hilfigerm e incluso desfiló en la Semana de la Moda de Nueva York para la revista Teen Vogue.

“Ser lo que soy ahora se siente increíble. Es como si estuviera viviendo más allá de mis sueños más locos. Realmente solo me interesé en modelar después del accidente. Me gustó la idea de poder expresarme con mi cuerpo”, destacó.

Kiara, quien está casada con el carpintero Jean Barberis, también trabaja como embajadora de la empresa Alleles, que fabrica fundas elegantes para prótesis.

“No siento que las personas en mi comunidad obtengan la igualdad que se merecen y creo que todavía hay mucho trabajo por hacer allí (…) Me encanta lo que hago y me encantaría poder ayudar a marcar la diferencia“, expresó finalmente.