En la última Encuesta Nacional de Salud, que comprende los años 2016 y 2017, se determinó que el 74% de los chilenos tiene sobrepeso y el 86% es sedentario. A esta realidad se suma que el 31,2% tiene obesidad y un 3,2% obesidad mórbida.

Con estos datos sobre la mesa, investigadores del Centro de Investigación Epidemiology of Lifestyle and Health Outcomes in Chile, que comprende a profesionales de varias universidades chilenas, realizaron un importante estudio, el cual determinó la presencia de un gen que predispone a las personas a la obesidad.

Según detalla La Tercera, este factor está en directa relación con el peso corporal y el tamaño del perímetro de la cintura, el cual se basa en la cantidad de grasa abdominal.

prostate.org.nz
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En este sentido, 409 personas fueron sometidas a mediciones antropométricas y test genéticos, con el fin de determinar la prevalencia del gen FTO (fat-mass-associated-gene) y su relación con la obesidad.

Tras dos años de exámenes, se determinó que el 29.9% de los adultos chilenos es portador de este gen defectuoso, el cual puede predisponer a las personas a ser obesas.

Sin embargo, la situación estaría en directa relación con estudios internacionales anteriores, los cuales indicaron que entre un 24% y un 40% de las personas en el mundo serían portadores de este gen.

“Lo que más se conoce es la función que el gen desempeña en el tejido nervioso. Específicamente, se ha visto que el gen FTO se expresa en el núcleo arcuato, una región del hipotálamo encargada de regular el balance energético emitiendo las señales para controlar el apetito y la saciedad. Se postula que el gen FTO participa en la regulación del apetito y saciedad en forma indirecta, ya que es capaz de modificar la expresión de otros genes presentes en las neuronas”, indicaron los investigadores.

¿Cómo actúa este gen?

De acuerdo a un estudio del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, las personas que tienen dos copias de este gen (de parte de padre y madre), tienen mayores probabilidades de ser obesos en edad adulta.

Sin embargo, el artículo señala que portar esta información genética no significa que la persona vaya a tener sobrepeso de forma natural, ya que esto también depende de su estilo de vida.

Pixabay | Pexels (CCO)
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En 2010, los investigadores examinaron a 3.337 niños británicos, de entre ocho y 11 años, para comprobar si los que eran portadores de la variante de alto riesgo del gen tenían el apetito alterado.

La doctora que lideró este proyecto, Jane Wardle, indicó que los resultados fueron medidos en base a las respuesta que mostraban los niños con su rutina alimenticia.

“Lo que hemos demostrado es que los niños con la variedad de más riesgo del gen tiene respuestas de saciedad más débiles”, determinó la profesional en dicha oportunidad.

Por otra parte, Wardle indicó que: “No es que la gente que porta esa variante del gen automáticamente desarrolle un sobrepeso, pero tienen más tendencia a comer más de la cuenta”.

Por último, el artículo determinó que los adultos que tienen dos copias de FTO tienen, como mínimo, tres kilos de más por sobre quienes no lo poseen.