Un equipo científico internacional detectó la fusión de dos agujeros negros, la segunda detección directa de ondas gravitacionales en la historia, anunciaron los investigadores este miércoles.

Los expertos identificaron esta fusión -un fenómeno que Albert Einstein había predicho gracias a su teoría de la relatividad hace un siglo atrás- al detectar ondas gravitacionales con un instrumento avanzado llamado Ligo (Laser Interferometer Gravitational-wave Observatory), compuesto por dos detectores idénticos ubicados a 3.000 kilómetros de distancia entre ellos, en Estados Unidos.

Los agujeros negros surgen en la etapa final de la evolución de grandes estrellas. Las ondas gravitacionales detectadas surgieron cuando dos agujeros negros se juntaron hace 1.400 millones de años.

Cuando esto ocurre y los agujeros negros comienzan a circular uno alrededor del otro y pierden energía en forma de ondas gravitacionales, para luego fusionarse y formar un solo agujero negro.

Space.com
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Este fenómeno suele ser representado como la deformación que ocurre cuando un peso reposa sobre una red. En este caso, la red representa el entramado espacio-tiempo.

Las ondas captadas por el instrumento Ligo el 26 de diciembre de 2015, señalaban primero una colisión que ocurrió a una distancia de 1.400 millones de años-luz.

El pasado 11 de febrero, científicos de varios países habían anunciado haber detectado por primera vez en la historia en forma directa las ondas gravitacionales, captadas el 14 de septiembre de 2015.

“Estamos comenzando a vislumbrar el nuevo tipo de información astrofíscica que solo puede ser captada por detectores de ondas gravitacionales”, dijo David Shoemaker, astrofísico de la Massachusetts Institute of Technology (MIT) y director del Programa de construcción de detector avanzado Ligo.

Shoemaker señaló que al no emitir luz, los agujeros negros son invisibles sin las ondas gravitacionales.

Los científicos habían anunciado esta segunda detección con 99,99% de certeza en una reunión de la Asociación Estadounidense de Astronomía en San Diego en California esta semana, y publicaron su hallazgo en la revista Physical Review Letters.

¿Qué es una onda gravitacional?

Una onda gravitacional es una ondulación ínfima del espacio-tiempo que se propaga en el Universo a la velocidad de la luz.

Estas ondas fueron presentadas conceptualmente hace 100 años por Albert Einstein, el célebre físico, como una consecuencia de su teoría de la relatividad general.

Einstein describe la gravedad como una deformación del espacio. Las masas, como el Sol por ejemplo, curvan el espacio. Un poco como cuando alguien se sube en una cama elástica.

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Si las masas son pequeñas, la deformación es débil (una uva en una cama elástica no la altera). Si las masas son grandes, la deformación es importante (una persona sobre una cama, deforma la tela elástica).

Si las masas se desplazan y tienen una aceleración, esas deformaciones se desplazan y se propagan a través del espacio, formando ondas gravitacionales.

Para ilustrar esas oscilaciones se emplea a menudo la imagen de las ondas que se propagan en la superficie de un lago cuando se arroja una piedra. Cuanto más lejos, la onda se va debilitando.

Las ondas gravitacionales que estamos buscando son las producidas por fenómenos astrofísicos violentos como la fusión de dos agujeros negros o la explosión de estrellas masivas.

Las otras son muy minúsculas como para que podamos observarlas. Pero nos rodean sin que seamos conscientes de ello y sin consecuencias para nosotros.