Una mujer mexicana de 40 años, contó la dolorosa historia de como quien decía ser su “mejor amigo”, se ofreció a cuidarla en su momento de mayor debilidad y dependencia, para solo abusar sexualmente de ella.
El año 2021 marcó completamente la vida de Zavelia. Mientras se encontraba con Salvador en su casa- nombre ficticio que se le dio al sujeto- sintió un leve sonido en su cabeza e inmediatamente perdió la movilidad en la mitad de su cuerpo.
El hombre, amigo desde la infancia, la llevó hasta el hospital, donde fue diagnosticada con una hemorragia intraparenquimatosa (un tipo de Accidente Cerebrovascular – ACV), la cual la dejó con pocas probabilidades de volver a caminar.
El año 2021 marcó la vida de Zavelia
Además de aquel fuerte diagnóstico, Zavelia se encontraba en una situación económica precaria, ya que había perdido su trabajo producto de la pandemia, sumado a que sus padres también estaban pasando momentos difíciles por el encierro.
Por otra parte, debido a que su departamento era muy pequeño, la mujer acudió a su amigo para quedarse en el suyo e iniciar su recuperación, a lo que él se ofreció a cubrir todos los gastos médicos, proveerla de alimentos y contratar enfermeras.
Pero, sin imaginarlo, lo peor vino después. “A los 13 días del derrame murió mi papá por Covid y a la semana murió mi mamá por la misma causa; tenía una perrita con cáncer que tampoco aguantó y murió”, contó la mujer al medio Telediario.
“Yo estaba como un papel a la deriva, sentía que se me iba la cordura y, en mi momento más vulnerable, Salvador se convirtió en una persona que yo no conocía”, explicó.
Su “mejor amigo” abusó sexualmente de ella
Según relató al medio, el sujeto la convenció de que el amor que sentían era más que una amistad entre ambos.
“Él me confesó que me había amado por los últimos años y me implantó la idea de que yo también lo amaba; yo decía: ‘bueno, si es una persona que quiero mucho, hemos llevado mucho tiempo nuestra amistad, siempre que estoy con él me la paso súper bien, me conoce muy bien’”, relató.
“Pensé, incluso, que tuvo que pasarme esto para que yo me diera cuenta de que lo quería como algo más”, explicó la mujer sobre su estado en aquel tiempo.
Pero, la ayuda de Salvador fue solo una fachada para violentarla, pues cuando Zavelia le cuestionó su supuesta bondad, él mostró su peor cara.
“Un día me bajó los calzones y ya… y yo no dije nada. Esto pasó más de una vez, a pesar del riesgo que implicaba para mi recuperación, pero no le importaba. Era un diálogo interno que tenía en donde yo decía ‘no quiero, por favor no’ y al mismo tiempo me respondía ‘¿cómo le vas a hacer? Él sí te quiere’ y me auto juzgaba como si la egoísta y vanidosa fuera yo”, detalló la mujer, sin contar con las herramientas para salir de aquella situación.
Tras sobrepasar aquel límite, el sujeto se mostró más hostil y con comportamientos insólitos.
“Me dejaba la comida donde no pudiera alcanzarla, dejaba las luces prendidas durante la noche para que no pudiera dormir, me palmeaba tan fuerte que me dejaba marcada su mano, y yo sin poder hacer nada, más que recibir el golpe”, detalló la mujer.
Zavelia logró huir
Cuando intentó huir de aquel tormento, Salvador usó su dependencia económica y la muerte de sus padres como un arma en su contra, con el objetivo de que desistiera de su decisión.
Sin embargo, Zavelia se dio cuenta de que su historia no podía terminar así y tomó la decisión de irse y regresar a su pequeño departamento.
Para su recuperación, invirtió sus energías en sanar psicológicamente en lugar de luchar contra el sistema judicial, así como arrendar piezas de su departamento y conseguir trabajo respondiendo correos con una sola mano.
Un año después de aquel tormentoso momento en su vida, descubrió que Salvador se hizo pasar por su esposo en el hospital, declarando a los doctores que consumía drogas, alterando su historial clínico y el tratamiento que recibió.
Por aquel motivo, su intento de denuncia en el Ministerio Público de México fue desacreditado por un funcionario, quien la llamó “convenenciera”, ya que el sujeto había pagado los gastos médicos, culpándola por los abusos que sufrió.
Zavelia no se rindió, volvió a caminar a sus 40 años y actualmente se dedica a aconsejar a mujeres en redes sociales para que detecten y huyan de personas como Salvador, mientras aún espera que se haga justicia por su caso.