Una mujer estadounidense de 36 años perdió la custodia de su hija de 11 años luego que se descubriera que engañó a una comunidad completa en la ciudad de Canton, con una falsa enfermedad terminal de la menor. Debido a eso ella recaudó miles de dólares, a través de campañas de ayuda.
Lindsey Abbuhl había creado iniciativas solidarias a través de la red social Gofundme, en las cuales decía que su hija Rylee Abbuhl (9)debía asistir constantemente a un terapeuta, que la ayudara a “lidiar con su muerte”.
En ese entonces, año 2019, sostenía que la pequeña estaba sufriendo de una rara enfermedad que afectaba el funcionamiento adecuado de su sistema nervioso central.
“A estas alturas, los médicos se centran en la calidad de vida de Rylee frente a la cantidad de vida. (Rylee) es una amiga para todos y su sentido del humor te hará reír hasta que te duelan las costillas”, indicó en una de las misivas, según detalla Daily Mail.
“Desafortunadamente, la salud de Rylee continúa deteriorándose y, aunque está luchando, no solo necesita oraciones, sino también a su madre. Tu donación permitirá a la madre de Rylee reducir sus horas de trabajo y estar junto a ella en estos momentos”, agregó.
Sólo con esa publicación, hace dos años, Abbuhl logró recaudar más de 4.500 dólares (más de tres millones de pesos).

La historia de la muerte definitiva de la pequeña alcanzó connotación nacional con el paso del tiempo. En redes sociales, aseguran, su madre jugaba el rol de la “mujer preocupada”, publicando fotos de la niña con médicos, en supuestos tratamientos.
Ya en 2021, los equipos de fútbol americano de las Universidades de Malone y Walsh organizaron un evento a beneficio de la menor de edad, el cual se llamó “Día de Rylee”. Justo allí Lindsey indicó que a su hija “le quedaban dos meses de vida”.
Se estima que, sólo aquella tarde, la familia consiguió cerca de 15.000 dólares (10.707.000 pesos chilenos).
No obstante, la situación tuvo un giro total luego que el padre de Rylee, Jamie Abbuhl, reclamara que nunca había tenido acceso a los exámenes médicos de su hija. El matrimonio se había divorciado en 2018 y los excónyuges vivían en distintas ciudades.
“Si ella necesitara mi corazón, se lo daría ahora mismo. En cuanto a eso de que se va a morir… no lo creo”, indicó en abril pasado al medio local The Canton Repository.

Antes esto, varias entidades y pequeñas empresas que habían entregado aportes para la menor presionaron a la mujer para que revelara informes médicos de ella, a lo cual ella constantemente no accedió.
Tras esto, la policía de Canton inició una investigación hacia Lindsey, revelando el pasado viernes que la pequeña no está enferma, añadiendo a esto que la madre utilizó los fondos para costear “viajes, su casa y otros gastos durante años”.
La información fue corroborada luego que se revisaran registros médicos de la supuesta paciente, entre los cuales habíanes de neurología, genética, gastrointestinal, hematología, reumatología, neumología y podología.
Tras verificar la información se determinó que “no había evidencia que apoye la afirmación de la madre de que la niña tiene una enfermedad terminal”.
Finalmente, un tribunal otorgó a Jamie la custodia total de Rylee, en una audiencia simplificada, y se abrió una investigación penal contra la mujer.
“Creo que Lindsey está muy enferma y necesita ayuda. Debe rendir cuentas por lo que ha hecho”, declaró Jamie.