Si bien la interpretación de los sueños no es una ciencia exacta, existen razones psicológicas por las que algunas personas no pueden dejar de pensar en el trabajo mientras duermen.

“Al igual que tenemos pensamientos más dramáticos, emocionales e intensos durante el día, también se pueden activar en nuestra vida de ensueño”, explica Deirdre Barrett, psicóloga de la Escuela de Medicina de Harvard, al diario electrónico Huffington Post.

De ese modo, la experta detalla que durante las crisis nerviosas se ven alterados los sueños en general, “pero especialmente los que provocan ansiedad”.

En este contexto, una encuesta realizada desde marzo por la psicóloga, reveló que la mayoría de los sueños que tiene la gente sobre el trabajo son negativos, ya sea sobre perderlo o enfrentar condiciones peligrosas durante la jornada laboral.

Por ejemplo, “los trabajadores de la salud tienden a tener pesadillas sobre que los respiradores fallan en formas realistas o fantásticas”, dijo Barrett. En cambio para quienes hacen teletrabajo, la plataforma de Zoom es un factor común que los aterra en los sueños.

A través de la teoría de simulación de amenazas, el neurocientífico finlandés Antti Revonsuo intentó explicar por qué los sueños negativos son tan comunes. Desde su perspectiva, puede tratarse de un mecanismo de defensa biológica para mantenernos alerta.

Es decir, los malos sueños son una especie de ensayo general que nos prepara para enfrentarnos al trauma. “En realidad, nos insensibiliza a esas situaciones estresantes que surgen en la vida real y mejora nuestro desempeño”, explica el neurocientífico

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Registra cómo te sientes

Lauri Quinn Loewenberg, analista de sueños, señaló que enfrentarse a esos escenarios mientras duermes, no significa necesariamente que quieras que sucedan en la vida real. Si un compañero de trabajo aparece en tu sueño, “puede representar un conflicto personal que no has resuelto”, explica.

En el caso de que quieras encontrarle un significado, la analista recomienda anotar en un cuaderno cómo te sientes, con qué estabas lidiando durante el día y qué soñaste. “Eso debería ayudarte a conectar ambos puntos”, dijo.

“Si hay uno que se repite, pregúntate: ¿Fue estrés, fue miedo, fue ira, fue tristeza? ¿Qué cosas en tu vida real y en tu trabajo, en particular, están causando esa misma emoción?”, cuestiona.

Pueden ser beneficiosos

Por otra parte, la psiquiatra Cristina Zunzunegui, explicó al diario electrónico El País, que “soñar con situaciones que nos dan miedo, nos ayuda a procesar las emociones de manera que la reacción del cuerpo no sea tan intensa, y podamos lidiar con la situación de una manera más controlada y tranquila”.

Al parecer, soñar con cosas que nos estresan, o revivir situaciones que nos resultaron dolorosas, ayuda a que aprendamos de ellas. Del mismo modo, puede prepararte para el evento de la vida real que realmente te preocupa.

“Cuando disminuye la carga emocional que acompaña al sueño, podemos mirar adelante mejor preparados para afrontar otros eventos futuros problemáticos o difíciles”, enfatiza Zunzunegui.

Barrett aconseja que si sueñas con los peores escenarios en el trabajo, es mejor que no lo veas como una profecía que se cumplirá en la vida real. “Primero, pregúntate si lo que soñaste es una posibilidad realista”, aclara Barrett.

Finalmente, recuerda que esos escenarios desagradables que imaginas por la noche, podrían ayudarte a enfrentar lo que sucederá durante el día.