Señor director:

La COP28 en Dubái ha concluido sin acuerdo, destacando profundas divisiones sobre medidas climáticas. El fracaso en alcanzar un consenso respecto al borrador de acuerdo presentado por la presidencia revela profundas divisiones entre los participantes.

El texto, cuestionado desde su inicio, proponía medidas vagas sobre los combustibles fósiles, optando por reducciones en lugar de la ansiada eliminación.

Esta ambigüedad generó críticas, con naciones como la Unión Europea, Colombia y Chile abogando firmemente por una ruta clara hacia la erradicación de estos combustibles.

En contraste, países como Australia, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Japón rechazaron la propuesta de manera contundente.

El director general de la COP28, Majid al Suwaidi, intentó posicionar el borrador como un “punto de partida” para futuras discusiones, pero la comunidad ecologista lo catalogó de “desastroso”.

La falta de un compromiso firme para eliminar progresivamente los combustibles fósiles resalta la urgencia de acciones concretas en la crisis climática.

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Las prolongadas negociaciones más allá del plazo previsto reflejan la complejidad y las marcadas discrepancias entre las partes.

La COP28, que se esperaba como un hito significativo, se ha convertido en una señal de alerta. La falta de medidas concretas subraya la necesidad de repensar estrategias y reformar el sistema de toma de decisiones.

Los líderes mundiales deben actuar con decisión y encontrar terreno común en futuras conferencias para asegurar un futuro sostenible para nuestro planeta.

Dr. Pablo M. Rojas Venegas
Biólogo marino e investigador
Universidad Autónoma de Chile

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