La importancia de la bioequivalencia ha sido históricamente validada por distintos sectores de la salud.

La Industria Farmacéutica local ha venido trabajando con el ISP para avanzar en el proceso de certificación de bioequivalencia y registro de productos procedentes de países de alto estándar sanitario, sin embargo, a la fecha ha sido difícil certificar todo el universo de productos registrados, puesto que en esta tarea no se ha tenido en cuenta la verdadera dificultad que ella representa.

Chile no produce principios activos (APIS) ni materias primas farmacéuticas, por lo que debemos importarlas desde Asia y Europa, y a raíz de la pandemia por covid muchas plantas de manufactura de APIS que usamos para los desarrollos o reformulaciones de nuestros productos, han tenido problemas de fabricación, provocando desabastecimiento para continuar con los lotes de validación de nuestros procesos.

Es necesario, junto al esfuerzo desplegado por los laboratorios, contar con el apoyo de las autoridades para completar esta tarea, ya que solo una bioequivalencia completa y BPM certificadas permiten la intercambiabilidad segura, eficaz y de calidad para la población.

Elmer Torres, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, ASILFA.

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