El Gobierno no puede seguir dándole la espalda a quienes sostienen la salud de nuestra comunidad. Se exigen decisiones concretas y un aumento real de los recursos, porque sin inversión en la salud primaria, todo el sistema se debilita y los usuarios son los que terminan pagando el precio más alto.

En la glosa presupuestaria para el año 2026 –y que busca ser aprobada por el Congreso- el Ministerio de Salud tiene un aumento de un 30% respecto del 2022. Es decir, a cuando inició el gobierno del presidente Boric. El crecimiento de este monto representa un +5,6% y equivale a 899.045 millones de pesos.

Con estos antecedentes, se piensa que se solucionarán los temas pendientes: listas de espera y la construcción de nuevos recintos hospitalarios, por mencionar algunos. A la fecha, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, no es capaz de decir cuál es el camino a seguir. Y tampoco ha explicado si con este dinero se contempla el pago pendiente a proveedores del sector privado.

En el Maule, como en muchas otras localidades que han sido abandonadas por la indolencia del Ejecutivo en distintos aspectos, existe un recorte presupuestario para la salud primaria. La medida, ha llevado a un paro de funcionarios Afusam del Maule para los días 28, 29 y 30 de octubre. El malestar, de quienes trabajan en la salud primaria, es entendible. En esta oportunidad, los recursos destinados por el Gobierno son insuficientes.

Hay que considerar que el per cápita de salud primaria, constituye “el corazón del financiamiento de la atención primaria” y, lamentablemente, fue definido con poca generosidad por parte del Ejecutivo. Sin embargo, en esta misma Ley de Presupuesto tan abundante que se vislumbra para salud, buscaremos que se establezcan prioridades y se aumente el per cápita, porque no solo se mejoran las condiciones de trabajo de los funcionarios, sino que también la atención que reciben miles de usuarios de la salud pública.

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Es importante que no se siga debilitando el primer nivel de atención, que es justamente donde se resuelve la mayoría de los problemas de salud de los chilenos. El Gobierno no puede seguir dándole la espalda a quienes sostienen la salud de nuestra comunidad. Se exigen decisiones concretas y un aumento real de los recursos, porque sin inversión en la salud primaria, todo el sistema se debilita y los usuarios son los que terminan pagando el precio más alto.

¿Se trata solo de recursos? No, porque la tarea de sacar esto adelante va más allá del gobierno de turno, ya que debieran ser políticas de Estado: avanzar en mejorar la atención primaria y tener la capacidad de otorgar más cirugías menores y, sobre todo, contar con más especialistas en regiones y en los sectores rurales. Con esto, se logrará reducir las interconsultas.

¿Se necesita plata? Sí, pero también se requiere fortalecer las alianzas con el sector privado, sacándose cualquier prejuicio ideológico y mostrar capacidad de gestión. Sin duda que el actual gobierno del presidente Boric ha fallado en esta tarea. Nunca es tarde y si tiene un ápice republicano, puede generar las bases para que el próximo gobierno tenga los cimientos y se otorgue una mejor salud pública.