Las dos mejores cartas disponibles del sector, Michelle Bachelet y Carolina Tohá, definieron sus posiciones y es la exministra del interior quien finalmente aceptó el desafío presidencial, con mucho coraje y convicción, puesto que es una carrera en un escenario más complejo que antes para el progresismo.

Es algo bueno que hasta ahora para el socialismo democrático las alternativas hayan girado en torno a dos perfiles de alto nivel sin apostar al oportunismo con experimentos raros; en la vida hay que hacer honor a lo que se es. Los electores saben identificar a los impostores y más temprano que tarde premian la coherencia. Los buenos adversarios también saben reconocerla, y eso facilita llegar a acuerdos, porque hay certezas de las posiciones que se sostienen. La coherencia es un valor que debe ser rescatado en política, porque es la base ética del buen gobierno y la estabilidad política.

La idea de la candidatura de la exministra sonaba hace bastante tiempo y no por falta de opciones. Muchos ven en ella alguien que sintetiza los valores y la mística que llevaron a la recuperación de la democracia y, por otra parte, la experiencia, formación y solidez de carácter para conducir procesos complejos en política.

Si Tohá contribuyó a reencausar de manera importante al gobierno de Boric y generar buenos resultados, es esta línea la que parece más lógico reforzar para dar continuidad a la coalición. Para tal objetivo, quien represente esa línea debe ser de un perfil coherente, para que sus propuestas sean creíbles y no impostadas.

Pero además, existe el supuesto de que Carolina Tohá podría tener la capacidad de constituir un puente entre grupos generacionales de dirigentes políticos, que no signifiquen una ruptura generacional, sino un relevo, ello puede resultar particularmente valioso frente a la necesidad de reducir la atomización política para favorecer la gobernabilidad.

Carolina Tohá va a primarias del socialismo democrático
Carolina Tohá | Agencia UNO

Primarias del socialismo democrático

El socialismo democrático debe enfrentar una elección primaria oficialista donde ya hay dos candidatos, del Partido Liberal (Vlado Mirosevic) y del FRVS (Jaime Moulet), que quieren discutir sus propuestas. Pero faltan las candidaturas del Frente Amplio y el Partido Comunista, que pueden llegar ser muy competitivas.

Lo anterior exige una estrategia de unidad para el sector político más cercano a la exministra del interior. La cuestión ahora es definir si Tohá -que es militante del Partido Por la Democracia- será la candidata del Partido Socialista a la primaria, o si presentarán una candidatura “propia”. La disyuntiva suena un tanto insólita y, tal vez, sea más bien una cuestión pequeña en medio de las elecciones del Partido Socialista, donde bastaría con que la nueva directiva la ratificara. En teoría, solo habría que esperar “que las instituciones funcionen”. Sin embargo, sería desconcertante que el PS no la reconociera como una de las suyas, considerando su historia, sus principios, su experiencia y su compromiso con los gobiernos socialistas. A menos, claro, que dentro de sus filas existe una opción mejor, algo que, por ahora, no parece estar en el horizonte.

Si no existe una candidatura única del Socialismo Democrático, del partido que fuere, se corren dos riesgos importantes: el primero es que el Socialismo Democrático pierda la elección primaria frente a los candidatos que puedan presentar el FA o el PC y, en segundo lugar, se pone en duda la continuidad de este espacio político y se verían muy difíciles de concretar las aspiraciones de fusión, federación o acuerdos de algún tipo que consolidaran un proyecto en vez de atomizarlo. A fin de cuentas, se desdibujaría algo que aún no termina de definir ni sus contornos.

No son tiempos buenos para la política, no es novedad para nadie la incertidumbre reinante en el mundo y la sensación de inseguridad, no solo por la criminalidad, sino porque el orden de las cosas está cambiando vertiginosamente.

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Quién sea capaz de entregar certezas y actos coherentes a ojos de los ciudadanos tendrá una ventaja determinante, ello exige inevitablemente la unidad del Socialismo Democrático en primarias si verdaderamente aspiran a proyectar la coalición y dar gobernabilidad al país.
- Daniel Grimaldi, Chile 21