El Tribunal Oral en lo Penal de esta ciudad decretó la aplicación de 20 años de cárcel contra un joven de 23 años de edad, quien a inicios de enero y bajo los efectos de las drogas, robó y luego dio muerte a una vecina de la población Luis Cruz Martínez de Molina, mujer que se constituía en prácticamente la suegra del agresor, ya que este mantenía una relación con uno de los hijos de la víctima, recluido en la cárcel de Curicó.
La sala del Tribunal, compuesta por las juezas Jimena Orellana, Paulina Rodríguez y Patricia Moller, revisó los hechos que terminaron con la vida de Ema Rosa Ávila Álvarez, de 75 años de edad, en su domicilio ubicado en la calle Manuel Baquedano 1679 de Molina, los cuales se produjeron en el inicio de la madrugada del 7 de enero pasado.
El robo con homicidio por el cual fue acusado Jorge Andrés Anguita, comenzó con dos visitas que en la jornada del viernes de esa semana realizó a la anciana mujer. El individuo habitualmente acudía hasta allí a fin de pedir dinero para drogas, ante lo cual Ema Rosa Ávila le facilitó en ambas ocasiones montos que fueron ocupados para la compra de pasta base.
Anguita conocía ese domicilio ya que vivió allí e incluso había iniciado una relación sentimental con uno de los hijos de la dueña de casa, quien estaba cumpliendo condena en la cárcel de Curicó. En su propio testimonio, el inculpado dijo que esta relación de pareja había sido formalizada por medio de un contrato de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).
Luego, la madrugada de ese sábado, Anguita acudió en una tercera ocasión hasta la casa de la anciana, quien se encontraba dormida. Al despertar, se levantó para decir al individuo que no lo atendería, ante lo cual vino la insistencia y esta vez se sumó la solicitud para que le abriera la puerta, a lo que la dueña de casa accedió pese a que vivía sola.
El agresor estaba a esas horas bajo los efectos de las drogas, lo que sumado a las negativas iniciales de la vecina de abrirle la puerta, lo habrían llevado a atacar a la mujer inmediatamente una vez que ingresó a la casa, primero con golpes de puños. Luego la redujo en un sillón e intentó asfixiarla, para más tarde apuñalarla en varias ocasiones.
La mujer intentó defenderse e incluso logró rasguñar gravemente al atacante, pero este con un cuchillo cocinero finalmente terminó con la vida de su suegra. Tras ello, Anguita se apoderó de varias especies, como joyas menores, dos teléfonos celulares y una bicicleta, en la que se dio a la fuga. Horas más tarde huiría hacia una caleta de traficantes y consumidores de drogas en la parte surponiente de Curicó, donde fue detenido.
El asesinato solo quedó al descubierto en la mañana de ese sábado cuando otro de los hijos de la anciana, Juan Araya, acudió a ver a su madre, a quien encontró muerta en medio de un charco de sangre.
Por todo lo anterior, la Fiscalía solicitó se aplicara una alta pena, lo que fue acogido por el Tribunal Oral en lo Penal que dictaminó 20 años de cárcel efectiva para Jorge Andrés Anguita, sanción que deberá cumplir en la cárcel de Curicó.