“Lo que yo creo es que lo mataron, que fue el Estado que lo mató”. Así de categórica fue Polett Urrutia, para referirse al deceso de su pareja y dirigente sindical de Quintero, Alejandro Castro Castro, quien fue encontrado muerto -tras una marcha- a un costado de la vía férrea en Valparaíso.

En entrevista con The Clinic, Urrutia añadió que la muerte de Alejandro se debería a que “(el Estado) nos quiere callar porque saben que están equivocados y aparte no es cualquier persona, es dirigente sindical, es alguien que llevaba la batuta aquí en Quintero”.

Al momento de referirse a la versión de la policía civil, que sostiene que el dirigente se suicidó, apuntó que aquello es “raro”, ya que para ella él “no estaba estaba en condiciones de “eso”. Estaba con la bandera de lucha bien puesta, él quería organizar a la gente, tenía muchos proyectos en su mente como para hacer algo así”.

Siguiendo en esa línea, Polett añadió que lo ocurrido también es extraño para el entorno del joven, aseverando que “a nadie nos cuadra porque el trabajaba en el mar, él es pescador, si se hubiese querido matar hubiese agarrado un bote y se habría tirado al mar”.

Al momento de describir los últimos momentos con él, la mujer acotó que fueron a una marcha como invitados, indicando que “después nos quedamos en Valpo, conversando, pero a eso de las 22:00 yo me fui y él quedó solo en Valpo”.

El hombre fue encontrado por personal de Merval, suspendido de una reja emplazada a un costado de la vía férrea, en la intersección de avenida Errázuriz con Carrera.

En primera instancia, la PDI ha insistido respecto a que en el deceso de Alejandro Castro no existió intervencion de terceros, aunque ha sido el mismo estamento el que confirmó que el dirigente había recibido amenazas previo a su muerte.

En ese sentido, tanto parlamentarios como organizaciones han pedido que el caso sea investigado en profundidad, y que en la región de Valparaíso se le de dedicación exclusiva a quien se encargue de las indagaciones.