“Es aberrante la aprobación de tronaduras para la extracción de carbón en Isla Riesco”, declaró la dirección de Greenpeace en Chile, luego que este martes se acogiera la solicitud de la minera carbonífera de Magallanes.

La Comisión Regional de Evaluación Ambiental del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región austral, encabezada por el intendente Jorge Flies, determinó autorizar por nueve votos a favor y dos en contra, el uso de tronaduras para la extracción de carbón por parte de la Mina Invierno . La medida fue adoptada tras acreditar la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, la que contempla la aprobación para remover material más sólido y, así, agilizar el acceso a nuevos territorios de la roca sedimentaria.

El proyecto fue aprobado por el intendente Jorge Files; los seremi de Medio Ambiente, Juan Marcos Henríquez; de Energía, Alejandro Fernández; de Trabajo, Gabriel Muñoz; de Minería, Manuel Aravena; de Obras Públicas, Ricardo Haro; de Ecología, Paul Gnadt; de Agricultura (s), Víctor Vargas; y la directora del SEA, Karina Bastidas.

La decisión ha generado diversas reacciones en las redes sociales, donde los opositores agrupados con los hashtags #NoTronaduras en #IslaRiesco han manifestado su rotundo rechazo a la aprobación que beneficia a la empresa de los grupos Angelini (COPEC) y Von Appen (Ultramar).

Greenpeace Chile también declaró al respecto, advirtiendo sobre las consecuencias que la aprobación podría conllevar, ya que “se trata de una zona riquísima en biodiversidad única como delfines y ballenas jorobadas, que evidentemente será impactada por el uso de explosivos”, acusó la organización.

“Lo que han hecho las autoridades hoy es inconcebible y contra todo sentido común: El uso del carbón es uno de los principales responsables de la contaminación en Chile y del cambio climático a nivel mundial”, sostuvo Matías Asún, director nacional de Greenpeace en Chile.

En ese contexto, también añadió que “esta es una empresa que ha enfrentado numerosas críticas por problemas sociales y ambientales, que opera casi sin fiscalización suficiente y cuyas utilidades están cayendo junto con la producción de carbón a nivel mundial. Permitir que la empresa ahora pueda producirlo a menor costo, es derechamente beneficiar a los inversionistas perjudicando la vida de todos nosotros, y en particular de los frágiles ecosistemas marino-costeros y terrestres de la Patagonia. Es impensado”.

Asún aseguró a El Mostrador que como organización se trasladaron hasta la zona durante diciembre en el Barco Esperanza, protestando ante la empresa.

Asimismo, declaró que lamentablemente “esta decisión a su vez perpetúa el uso de tecnologías obsoletas en la matriz, aumentando las emisiones, contaminando aún más las zonas saturadas donde se ubican centrales térmicas a carbón y finalmente calentando el planeta. Aprobarlo significa renegar de los compromisos que el mundo entero debe hacer para detener el cambio climático”.

El proyecto de Mina Invierno, que realiza extracción de carbón desde 2013, considera la extracción de 6 millones de toneladas de carbón anuales por un periodo de 12 años, material que sería destinado a las empresas termoeléctricas del país.