Las críticas de la ex primera dama Irina Karamanos al rol que asumirá María Pía Adriasola en el futuro gobierno de José Antonio Kast generaron una dura respuesta desde la oposición, donde diputadas y parlamentarias electas calificaron sus dichos como “hipócritas” y defendieron la figura de la Primera Dama como un espacio de conexión social y apoyo a organizaciones civiles.
La socióloga y expareja del presidente Gabriel Boric cuestionó, a través de su cuenta de X, la continuidad de dicho rol, planteando una disyuntiva entre “austeridad” y el “vacío” que, a su juicio, podría dejar esta figura institucional.
“Parece todo un dilema el de Pía, salvar la austeridad anunciada por su cónyuge o salvar una tradición que-retrocediendo el reloj-llena el “vacío” dejado por reinados. Sacos de dormir o tronos en el Palacio. Que nuestra política sea presidencialista no quita que sea contemporánea”, tuiteó.
Sus declaraciones fueron interpretadas por parlamentarias republicanas como una crítica ideológica que desconoce el valor histórico y social del cargo.
Desde esa vereda, la diputada Sofía Cid sostuvo que la postura de Karamanos responde a una decisión “meramente ideológica”, acusándola de priorizar agendas personales por sobre el sentir ciudadano.
“En lugar de fortalecer el trabajo que históricamente lideraron las Primeras Damas, optó por una oficina personal que generó confusión, polémica y ningún legado claro. Lo que falló no fue el cargo, fue la ideología que lo quiso borrar”, afirmó.
En la misma línea, la diputada Catalina del Real calificó de “increíblemente hipócrita” la crítica de Karamanos, apuntando a su desempeño cuando ocupó un rol ligado a La Moneda.
“Ella utilizó su posición para realizar viajes al extranjero y posicionar sus propios proyectos personales, utilizando el aparato estatal. Es vergonzoso que hoy pretenda erigirse como una voz crítica. Creo que ha perdido toda credibilidad”, señaló.
A las críticas se sumó la diputada electa Javiera Rodríguez, quien defendió el rol que asumirá Adriasola, aseverando que “Pía no tiene un ‘dilema’”.
“Le tocará asumir un rol que puede ser muy provechoso para el país, restituyendo organizaciones que hoy están debilitadas. Eso no habla de un reinado, sino de respeto al cargo y cariño por Chile”, afirmó, agregando que uno de los principales desafíos será “restituir un rol que quedó profundamente desprestigiado tras el ‘gabinete de Irina Karamanos’”.
Finalmente, la parlamentaria electa Valentina Becerra cuestionó la coherencia de los planteamientos de la ex primera dama, acusando una falta de ética en su discurso.
“Es descarado que, habiendo sido expareja del presidente Boric, haya utilizado su posición para construir una agenda ideológica propia y ahora busque posicionarse políticamente a través de la crítica”, concluyó.
Mientras, la diputada de Renovación Nacional, Paula Labra, calificó como una “vergüenza” las declaraciones de Irina Karamanos.
“El rol de la primera dama es una institución aliada que sin duda permite realizar grandes aportes, como lo hizo Luisa Durán con el programa Sonrisa de Mujer, o como lo hizo Cecilia Morel con Elige vivir sano”, apuntó.
“No tengo dudas que los chilenos prefieren eso antes que alguien, sin vínculo relevante y pasajero, venga a destruir esta institucionalidad como su único legado, o que se apropie de este rol republicano, cambiando el nombre autoritariamente y, supuestamente por error, a Gabinete Irina Karamanos. ¿Para qué? Para quizás ser más contemporáneo el liderazgo del país bajo su mirada. Una vergüenza sus declaraciones”, subrayó la parlamentaria RN.
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