Esta semana la Comisión de Hacienda revisa la medida, que la próxima semana se vota en la Sala del Senado. Tras ello, el proyecto de 40 horas vuelve a la Cámara, donde el Gobierno comenzará a partir de mañana a asegurar los votos para evitar cualquier traspié.

Esta semana el proyecto que rebaja la jornada laboral a 40 horas llegó a la Comisión de Hacienda del Senado, eso luego que la Comisión del Trabajo de esta misma cámara despachara la ley con apoyo unánime.

En esta instancia hoy se presentaron los contenido del proyecto, los estudios de impacto en el empleo, la economía y en la sesión de mañana será el turno de mostrar el informe financiero.

Todo esto en la previa de su votación en Sala, agendada para el martes 21 de marzo.

“Estamos dando avances y pasos significativos para que el proyecto vuelva a la Cámara y se pueda convertir en ley”, dijo desde el Congreso la ministra del Trabajo, Jeannette Jara.

Junto a eso destacó que la iniciativa ha avanzado rápidamente por primera vez en cinco años en línea con el acuerdo alcanzado con actores del sector, como la CUT, la CPC; y el componente de gradualidad introducido, con lo que se busca cuidar las remuneraciones y el empleo.

Aunque la ministra reconoció haber estado concentrada en esta parte del trámite, confirmó que mañana mismo el Gobierno comenzará un nuevo trabajo prelegislativo en la Cámara de Diputados, donde el proyecto regresará si los senadores lo aprueban.

Consultada por Radio Bío Bío acerca de las acciones para evitar cualquier traspié, Jara indicó que esta ronda de diálogos con diputados apunta a que allí la tramitación sea “expedita”.

“Vamos a conversar tanto con el oficialismo como con la oposición en el marco del acuerdo al que hemos llegado en esta materia”, dijo.

Así, para mañana ya hay agendada una reunión con diputados integrantes de la Coordinadora por las 40 horas.

“Nos interesa que este proyecto, que es un anhelo ciudadano tan importante, no siga sufriendo retrasos”, comentó la ministra.

Aparte de hacer énfasis en la gradualidad, Jara recordó que esta idea contempla normas de adaptabilidad como por ejemplo trabajar cuatro días y tener libres tres, a lo que se suman las bandas horarias.

Estas permitirían optar por horarios de ingreso o salida diferenciados, especialmente para padres.