Según los antecedentes recopilados, Sinclair estuvo a cargo del procedimiento. Cuando se le informó que los cuerpos habían quedado tirados en la pampa, se molestó y dispuso que una patrulla se dirigiera al lugar a fin de que ubicarán los cadáveres y se enterraran.

Por la ejecución de 17 trabajadores del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, la ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones de los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza González, sometió a proceso al general en retiro del Ejército, Santiago Arturo Ariel de Jesús Sinclair Oyanedel.

Según se informó este sábado, el exsenador designado y miembro de la Junta Militar está procesado en calidad de autor del delito ocurrido en octubre de 1973, que acabó con la vida de Carlos Maximiliano Acuña Inostroza, José Orlando Barriga Soto, José Rosamel Cortés Díaz, Rubén Neftalí Durán Zúñiga, Luis Arnaldo Ferrada Sandoval, Eliecer Sigisfredo Freire Caamaño, Narciso Segundo García Cancino, Juan Walter González Delgado, Daniel Méndez Méndez, Sebastián Mora Osses, Pedro Segundo Pedreros Ferreira, Rosendo Rebolledo Méndez, Ricardo Segundo Ruiz Rodríguez, Carlos Vicente Salinas Flores, Manuel Jesús Sepúlveda Sánchez, Ruben Vargas Quezada y Fernando Adrián Mora Gutiérrez.

Por ello, la ministra ordenó el arresto domiciliario del procesado de 90 años edad, atendida la emergencia sanitaria.

Los hechos

Según se estableció en la investigación, los hechos ocurrieron en la comuna Futrono, en los caseríos de Curriñe, donde funcionaba la administración y pulpería del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, en las inmediaciones de las termas de Chihuío.

Allí también operaba la sede del sindicato ‘Esperanza del Obrero’, al que pertenecían los trabajadores de la compañía.

En ese contexto, y como resultado de la violencia dirigida en contra de un sector determinado de la población civil partidaria del Presidente Salvador Allende, a contar del 13 de septiembre de 1973, de manera organizada, campesinos fueron detenidos por funcionarios de Carabineros.

El día 7 de octubre de 1973 se llevaron a cabo nuevos arrestos en contra de la población civil de dicho sector. Asimismo el 9 del mismo mes y año, personal militar de los Regimientos Caballería N° 2 ‘Cazadores’ y ‘Maturana’ de Valdivia, salió rumbo a Futrono al mando de un oficial y secundado por otros oficiales, en una caravana compuesta por varios vehículos, entre todoterrenos y camiones, con una dotación aproximada de noventa personas.

Dicha caravana militar se dirigió hacia el sector sur del Complejo Maderero Panguipulli, con el propósito de privar de libertad en un sector preciso y determinado a campesinos.

La molestia del comandante

Todos los detenidos del recorrido de la caravana de militares fueron llevados en tal calidad hasta las Termas de Chihuío, y desde ese lugar el día 9 de octubre de 1973, el personal militar, en horas de la noche, saca a los civiles de la casa patronal del Fundo Chihuío y los trasladan a unos 500 metros del mencionado inmueble, lugar en que se les fusila a todos ellos.

De todo esto, se dio cuenta al comandante del Regimiento Cazadores, Santiago Sinclair, con guarnición en Valdivia de la época, con el grado de teniente coronel, quien en todo momento estuvo en conocimiento de la ejecución de los 17 civiles de las Termas de Chihuío, siendo el mismo quien ordenó que se sepultaran los cuerpos de los fallecidos.

Adicionalmente consta que Mario Silva Navarro recibió la orden del capitán Osorio Gardasanich para trasladarse hasta Futrono y Chihuío, indicando que dichas órdenes provenían del comandante del regimiento Cazadores, Santiago Sinclair, el que pidió cuenta al capitán Osorio de los resultados de la operación, oportunidad en la que se le informó al mencionado comandante que los cuerpos habían quedado tirados en la pampa, lo (que) le causó molestia, disponiendo que una patrulla se dirigiera al lugar a fin de que ubicarán los cadáveres y se enterraran.