Chile se ha convertido, oficialmente, en el hogar del área protegida más austral de continente americano, luego que ayer lunes se publicara en el Diario Oficial el establecimiento del Parque Marino Islas Diego Ramírez–Paso Drake, con el fin de resguardar el archipiélago Diego Ramírez, una porción crítica del talud continental y los grandes montes submarinos de esta zona, ubicada en la región de Magallanes y la Antártica Chilena.

Dicho archipiélago ha sido calificado como una de las últimas regiones prístinas del mundo debido al aislamiento geográfico y sus agitadas aguas, las cuales dificultan el acceso a sus parajes.

Además, constituye un área de alimentación, reproducción y refugio para una gran diversidad de especies, algunas de las cuales se encuentran amenazadas, como el albatros de cabeza gris (en peligro de extinción), el pingüino de penacho amarillo (vulnerable) y el pingüino macaroni (vulnerable).

Fotografía de Omar Barroso - Imagen enviada por Prensa IEB
Fotografía de Omar Barroso – Imagen enviada por Prensa IEB

El bajo impacto humano ha mantenido gran parte de sus ecosistemas intactos, informaron desde el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), el cual ha estudiado el lugar durante 18 años con el apoyo de Conicyt y la Universidad de Magallanes (UMAG).

Asimismo, este archipiélago es clave para la ciencia nacional e internacional, ya que desde ahí se evalúa el impacto del cambio climático sobre la biodiversidad marina y terrestre del extremo sur de América.

El establecimiento de esta nueva área protegida, la cual abarca una superficie de 144.390 km2, es el resultado de más de 18 años de investigación científica, en la que también colaboraron la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, la Armada, los ministerios de Medio Ambiente y Relaciones Exteriores; y Patagonia Mar y Tierra, un grupo compuesto sin fines de lucro que busca contribuir a la conservación de la Patagonia.

Fotografía de Omar Barroso - Imagen enviada por Prensa IEB
Fotografía de Omar Barroso – Imagen enviada por Prensa IEB

“Esta es una gran noticia para Chile y el mundo en la antesala de la COP25. Estas islas son relevantes no sólo para la conservación, sino también para el monitoreo, mitigación y adaptación al cambio climático global (…)”, destacó Ricardo Rozzi, director del IEB e investigador de la UMAG.

El vicerrector de Investigación y Postgrado de la UMAG, Andrés Mansilla, subrayó que esto nos pone a la vanguardia en la conservación de los océanos, “especialmente si consideramos que las islas Diego Ramírez y el Paso Drake marcan el límite sur de los ecosistemas subantárticos y, por lo tanto, de la transición entre la biodiversidad antártica y subantártica. Es un lugar de conexión único en el mundo“.

Ahora, el desafío será implementar el plan de administración del nuevo parque marino, cuyo foco estará puesto en la sustentabilidad ambiental, económica y social.

 Fotografía de Omar Barroso - Imagen enviada por Prensa IEB