Esta domingo llegó a La Haya el agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Claudio Grossman, para encabezar la delegación que escuchará el fallo de la demanda marítima boliviana en contra de Chile.

Con zapatillas y muy sonriente, el abogado llegó al hotel Hilton junto a la embajadora María Teresa Infante.

El agente llamó a esperar con tranquilidad la resolución, insistió que no está en juego el territorio nacional y recordó que para el dictamen con el litigio con Perú, la delegación chilena también fue encabezada por el agente, esto en referencia a la ausencia del canciller Roberto Ampuero.

Precisamente, desde la delegación boliviana, el embajador de ese país ante la OEA, José Alberto Gonzales, dijo respetar las decisiones del gobierno chileno al ser consultado por la ausencia de Ampuero.

Sobre un supuesto triunfalismo del vecino país, el coagente de Bolivia ante la CIJ, Sacha Llorente, lo descartó e hizo un llamado al diálogo.

Evo Morales también llegó a La Haya y estuvo reunido con Gonzales, Llorente y el canciller Diego Pary. Antes de salir a almorzar con su delegación, no quiso hablar con los medios de comunicación chilenos en La Haya.

Según se le informó a la delegación chilena, la lectura del fallo se podría extender hasta por una hora y media. Aún no está establecido quien hablará primero tras la resolución, si el agente Grossman o el presidente Morales.