La tarde de este miércoles, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, aclaró que la postura del Gobierno es de total desaprobación en relación a la acusación constitucional contra tres jueces de la Corte Suprema por los beneficios extra carcelarios que éstos entregaron a exmilitares condenados por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura.

Su reacción, específicamente, ocurrió luego que durante esta jornada el diputado Ignacio Urrutia (UDI) confirmara que apoyará el libelo que la oposición presentó pasado el mediodía ante la Cámara de Diputados.

¿Su razón? Sacar del tribunal de última instancia a Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Lamberto Cisternas puesto que en su opinión, en el pasado, y de manera sistemática, han encarcelado injustamente a uniformados en retiro por delitos de lesa humanidad.

Pero Urrutia no está solo, ya que indicó que la moción se está debatiendo y analizando al interior del gremialismo, bloque que decidirá qué hacer la primera semana de septiembre.

De esta manera, el titular de Interior descartó matices en la visión que el Ejecutivo tiene de la medida y aseguró, a nombre del presidente Sebastián Piñera, que el Gobierno lamenta y reprueba la medida.

En esa línea, sentenció que él no cree que el Congreso deba cuestionar a magistrados del máximo tribunal por el contenido de sus resoluciones judiciales. Aquello, en su opinión, afecta el normal funcionamiento de un Estado democrático. “Los fallos deben ser siempre respetados”, aseveró.

Además, invitó a que la Cámara de Diputados reflexione acerca de su real rol y recalcó que los jueces, como figuras, son totalmente independientes y democráticos, lo que debe ser respetado en democracia.

“Más que un llamado a la UDI, hay una falta de responsabilidad institucional que discrepa con el contenido de un fallo de la Corte Suprema”, sostuvo el secretario de Estado.