Vladimir Putin y Xi Jinping serán los grandes ausentes de la cumbre del G20 que se llevará a cabo este 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi, India.

Los presidentes de Rusia y China, respectivamente, optaron por enviar a otros representantes a la cita de líderes mundiales en el que se abordarán temas como el cambio climático, la inquietud por la economía global y la invasión rusa en Ucrania.

El encargado de representar al Kremlin será el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, mientras que por Beijing estará el primer ministro Li Qiang.

¿Pero cuánto pesarán estas ausencias, considerando las expectativas que hay en torno a la cumbre? Pese a que el ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, le bajó el perfil a la falta de ambos líderes, expertos en el tema creen que son bajas importantes.

En conversación con BioBioChile, María José Mora, académica del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes, menciona que los críticos, en general, señalan que si bien es una cumbre que reúne algunos de los países más desarrollados del mundo, las grandes declaraciones que hacen no logran realmente cumplir con los acuerdos que finalmente realizan.

“En los últimos años, esas grandes declaraciones conjuntas como efectivamente comprometerse con el cambio climático, o hacer cambios sustantivos importantes, finalmente no se han traducido realmente en cambios que valgan la pena o que sean destacables”, señala.

“Por lo tanto, a pesar de que se espera mucho y despierta bastante revuelo mediático porque se reúnen presidentes y mandatarios importantes, finalmente se cuestiona mucho si es que realmente logran llegar a cumplir los acuerdos que ellos se proponen”, precisa.

Respecto a las ausencia de Xi y Putin, la académica precisa que la que más se sentirá será la del mandatario chino. “Representa una de las economías más importantes del planeta, y evidentemente muchos están haciendo el análisis de que la ausencia de Xi tiene relación, en primer lugar, con los desacuerdos que tiene con India en puntos limítrofes, que en este minuto están en conflicto, pero también marcando su distancia respecto de la política que ha tenido Occidente en cuanto al apoyo irrestricto a Ucrania”, puntualiza.

En ese sentido, Mora remarca que el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mostrado decepcionado porque esperaba tener una reunión conjunta directa entre ambos.

“En este minuto son los mandatarios, yo diría, de las potencias más importantes del mundo y que han aprovechado estas instancias internacionales para reunirse y poner en foco los temas que a ambos les preocupan”, dice.

Por lo mismo, añade, pesa el hecho de que en un foro y en una reunión de algunos de los países más importantes del mundo, falte uno de los más preponderantes.

“En el caso de la ausencia de Putin, se entiende perfectamente porque dado que hay órdenes internacionales en su contra, eso implica que saliendo del territorio ruso, podría ser eventualmente arrestado”, sostiene.

De esta manera, detalla la académica, la ausencia que más pesa y que más se sentirá es la de Xi. “Sobre todo porque cualquier acuerdo al que el G20 llegue, por ejemplo, en términos de cambio climático, no tendrá ningún peso si es que China no está de acuerdo y no lo firma ¿Por qué? Porque China es el país que más contamina a nivel mundial”, advierte.

“Lo mismo, evidentemente, con los temas que tengan que ver con desarrollo económico y con deuda de los países, China tiene un rol preponderante en todos esos temas. Por lo tanto, si bien van a haber representantes, la presencia mediática de Xi es de mucho peso y evidentemente se va a notar la ausencia”, concluye.

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Por su parte, Gilberto Aranda, académico del Magíster en Estudios Internacionales en la Universidad de Chile, enfatiza que el actual momento del G20 “no es boyante”.

“Ciertamente no es el escenario de su creación de fines de los 90, de cambio de siglo. Pero tampoco es aquel escenario que de alguna manera delineó una respuesta a la crisis económica de 2008 e incluso me atrevería a decir que la última reunión en Roma en 2021 fue más promisoria”, destaca.

“En la actualidad, la no asistencia de la jefatura de China y de Rusia de alguna manera merma su capacidad tanto de acuerdos en profundidad como el alcance de estos acuerdos y claramente, la perspectiva del multilateralismo que entraña el G20 hoy día está de alguna manera alicaído respecto a otras opciones de multipolarismo, como el caso de los BRICS”, complementa.

“La perspectiva del G20 es de un multilateralismo liberal, o el que intenta integrar a otras fuerzas ascendentes, que hoy están siendo reemplazadas por otra perspectiva de multipolarismo como la de los BRICS”, puntualiza.

Aranda cree que la ausencia de liderazgos como el de Xi Jinping, con una economía china que prácticamente compite mano a mano con Estados Unidos, hace que de alguna manera tenga efectos no solo respecto a la expectativa de Estados Unidos, sino que en la posibilidad de acuerdos en materia estratégica.

“El hecho de que China no esté representado por su jefatura de Estado, o incluso el caso de Rusia con Putin, que tampoco va a estar, va mermando la posibilidad de que estos acuerdos tengan el respaldo necesario para concretarse. Ciertamente, en esta dinámica, lo que tenemos entonces es un foro algo disminuido”, señala el profesor visitante en la Universidad Autónoma de Madrid.

“No obstante, es bien relevante que se constituya en la India, que es el anfitrión, que también representa, por cierto un mundo ascendente, una economía boyante que tiene una mirada distinta respecto a la relación con Occidente”, remarca.

“La India juega por apuesta doble: podríamos decir que intenta tener una múltiple adhesión a distintos clubes, y por lo tanto no quiere cortar los lazos de interlocución con Occidente. Hoy día China y Rusia forman parte de agrupaciones que compiten directamente con Occidente y por lo tanto se ven como adversarios desde algunos puntos de vista”, dice.