Sorpresa y preocupación ha generado la rebelión del Grupo Wagner contra el presidente Vladimir Putin. Liderados por Yevgeny Prigozhin, avanzan a paso firme hacia Moscú, encontrándose a 350 kilómetros al sur de la capital rusa.

Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal para Rusia del Instituto Elcano, la rebelión de Prigozhin, así como sus planes de entrar a Moscú con un enorme convoy de carros de combate, es una decisión “suicida”.

“Prigozhin ha perdido el contacto con la realidad rusa, no veo probabilidad de que haya un golpe y llegue al poder”, señaló en conversación con Agencia EFE.

Junto con calificar la situación de “grave” y “desestabilizadora para toda la región”, Milosevich-Juaristi menciona que si bien Putin siempre ha gobernado fomentando la rivalidad entre facciones, en esta ocasión “se le ha ido la mano”.

En tanto, respecto a Prigozhin, la experta cree que puede haber “perdido la cordura” por el desgaste de la guerra en Ucrania. Eso sí, aclara que aún es complejo hacer un balance debido a la falta de información, indicando que quedan pocos periodistas independientes en el país.

Por su parte, Carmen Claudine, investigadora del CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), señaló a Cadena SER que las opciones de los mercenarios son “bastante reducidas”.

“Ahora se verá quiénes son quienes están del lado de Putin, que me extrañaría mucho que no sea la absoluta mayoría”, detalló.

A Guillermo Pulido, politólogo experto en geoestrategia y defensa, le llama la atención no sólo “el escaso tamaño de la fuerza de Prigozhin” sino que también “que no se haya visto al Ejército tratando de detener a Wagner”.

“Cuando lleguen a Moscú se podrá medir realmente las fuerzas relativas de cada uno y si este avance relámpago era un espejismo de éxito o si Prigozhin tenía un As en la manga”, sostiene.