El grupo de mercenarios Wagner cruzó la frontera rusa y está entrando en la región de Rostov, en el sur del país, tras declararse en rebeldía contra el Gobierno de Rusia.

El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunció que su ejército privado cruzó la frontera rusa y está entrando en la región de Rostov, en el sur del país, tras declararse en rebeldía contra el Ministerio de Defensa de Rusia.

“Hemos cruzado la frontera estatal en todos los lugares. Los guardafronteras salían y abrazaban a nuestros combatientes. Ahora entramos a Rostov”, afirmó en un audio publicado en su canal de Telegram.

Según el jefe de Wagner, “las unidades del Ministerio de Defensa, o mejor dicho, los reclutas que lanzaron a cortarnos el paso, se hicieron a un lado”.

“No combatimos contra niños, no matamos niños. (El ministro de Defensa ruso, Serguéi) Shoigú es el que mata niños, lanza soldados no preparados, incluyendo reclutas, a la guerra”, dijo.

Según el jefe de Wagner, el Ministerio de Defensa envió a detener su avance a “muchachos de 18 años, que podrían ser nuestros hijos o nietos”.

“Por eso, estos muchachos van a vivir y regresarán con sus madres”, agregó.

“Solo combatimos contra profesionales, pero si alguien nos para en el camino, lo aniquilaremos.
Extendemos la mano a todos, no nos escupan la mano. Seguimos adelante, seguimos hasta el fin”, sentenció.

Prigozhin respondió a las llamadas del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) a arrestarlo, al señalar que cuenta con “hermandad, justicia, honor, vergüenza”.

“Ustedes no tienen estos sentimientos, y por eso no pueden comprender más que la traición”, concluyó.

El FSB llamó hoy a los mercenarios del grupo Wagner a “no cometer un error irreparable” y no cumplir las órdenes de Prigozhin, así como a “tomar medidas para su detención”.

Según la entidad, “las declaraciones y acciones de Prigozhin son de hecho una llamada al inicio de un conflicto civil armado en territorio de Rusia”.

El jefe de Wagner acusó hoy al Ministerio de Defensa de atacar sus posiciones y prometió castigar a los culpables.

“Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país”, escribió Prigozhin al tiempo de negar que se trate de un golpe de Estado.

Aseguró que el deseo de acabar con el “caos” reinante “no es un golpe de Estado”, sino una “marcha por la justicia” y que las operaciones militares no se verían afectadas por las acciones de Wagner.

Según Prigozhin, después de “ocuparse” de aquellos que “aniquilan” a los soldados rusos, los combatientes de Wagner “regresarán al frente”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó por su parte que el presidente ruso, Vladímir Putin, había sido informado sobre la “situación en torno a Prigozhin” y que se tomaban las medidas correspondientes.

En este contexto la capital rusa reforzó las medidas de seguridad y emplazó guardia adicional en los objetivos más importantes, informó la Policía rusa, citada por TASS.