El presidente ruso, Vladimir Putin, invitó a los ministros de Relaciones Exteriores armenio y azerbaiyano a Moscú el viernes para conversaciones de paz, e instó a que se detengan los combates en la región separatista de Nagorno Karabaj por razones humanitarias, anunció el Kremlin el jueves por la noche.

“El 9 de octubre, los ministros de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán y de Armenia están invitados a Moscú para consultas” con la mediación de la diplomacia rusa, indicó el Kremlin en un comunicado.

“El presidente de Rusia pide detener los combates en Nagorno Karabaj por razones humanitarias para intercambiar los cuerpos de los muertos y prisioneros”, añadió el Kremlin, que precisó que Putin había conversado con el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.

Por el momento, Ereván y Bakú no reaccionaron al anuncio y no estaba claro si los dos jefes de la diplomacia de ambos países habían aceptado la invitación de Moscú.

El ministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, Ceyhun Bayramov, se encontraba en Ginebra para reunirse con el grupo de Minsk (Rusia, Francia, Estados Unidos), encargado de la mediación internacional sobre este viejo conflicto de más de 30 años.

El jefe de la diplomacia armenia será recibido el lunes en Moscú por su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Desde el 27 de septiembre, separatistas armenios de la república autoproclamada de Nagorno Karabaj y las fuerzas azerbaiyanas se enfrentan de nuevo en este enclave. El balance oficial es de entre 300 y 400 muertos, unos cincuenta de ellos civiles.

Sin embargo, es muy parcial y podría ser mucho más elevado, ya que cada bando afirma haber eliminado a miles de soldados enemigos.

Hasta ahora, los múltiples llamados a la tregua de la comunidad internacional han sido en vano.