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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Tribunal de Jerusalén anuló la comparecencia de Netanyahu en su juicio por corrupción, posponiéndola una semana por razones de seguridad y diplomáticas. El primer ministro buscaba un aplazamiento de dos semanas, respaldado por Trump y líderes de inteligencia israelíes, argumentando que el proceso afectaba las gestiones de paz en Gaza. El juicio, iniciado en mayo de 2020, acusa a Netanyahu de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos, especialmente en el Caso 4000, donde se le imputa favorecer a una empresa a cambio de cobertura favorable.

El Tribunal del Distrito de Jerusalén anunció la anulación de la comparecencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prevista para esta semana en relación con el proceso penal abierto contra el mandatario y su aplazamiento durante una semana por motivos diplomáticos y de seguridad.

Netanyahu compareció este domingo para solicitar un aplazamiento de dos semanas por motivos diplomáticos y de “seguridad nacional” pese a que dos solicitudes similares de su equipo legal fueron rechazadas el pasado viernes, informa el diario The Times of Israel.

En la vista a puerta cerrada de este domingo también estuvo el jefe de la inteligencia militar, el general Tamir Hayman, y de los servicios secretos para el exterior, el Mossad, David Barnea, quienes han defendido la necesidad de aplazar las comparecencias.

Incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, pidió parar este proceso judicial argumentando que afecta a las iniciativas para poner fin a la guerra en Gaza y a la vuelta de los rehenes secuestrados, así como a la diplomacia con Irán.

El juez considera que la información adicional aportada el viernes permite tomar la decisión de cancelar las dos comparecencias previstas para la semana próxima, pero mantiene las de la semana siguiente. Sin embargo, apunta que podría considerar su aplazamiento si se presenta una petición suficientemente argumentada.

El juicio de Netanyahu comenzó en mayo de 2020 y se centra en tres casos de corrupción distintos en los que se le acusa de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos.

El más grave de ellos, conocido como Caso 4000, alega que el primer ministro utilizó su cargo para beneficiar al accionista mayoritario del gigante de las telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura favorable en un popular sitio web de noticias, acusación que ha negado.

Desde la oposición acusan a Netanyahu de mantenerse en el poder y rechazar un acuerdo de resolución del conflicto de Gaza para evitar que el proceso judicial siga adelante.