El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, explicó este viernes que ordenó hace seis meses los preparativos del ataque ocurrido este viernes contra las instalaciones nucleares de Irán, afirmando que no tenía más opción que lanzar estos bombardeos al asegurar que la república islámica estaba más cerca que nunca de fabricar un arma nuclear.
En un discurso a la nación, Netanyahu dijo que el momento clave ocurrió en septiembre de 2024, con la muerte del secretario general del partido milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, aliado de Irán, precisamente en un ataque israelí.
“A partir de ahí me quedó claro que el muro iraní había colapsado y que Irán tendría que acelerar su programa nuclear”, indicó Netanyahu, antes de precisar que los planes del ataque comenzaron a cobrar forma en noviembre, concebidos inicialmente para su ejecución en abril de este año, pero finalmente acabaron aplazados hasta ahora por recomendación del Ejército.
Netanyahu argumentó que la decisión de dar luz verde al ataque iraní obedece a una cuestión existencial e ineludible. “Si Irán se hiciera con un arma nuclear no estaríamos aquí”, mencionó el primer ministro.
“Ahora mismo, el objetivo es abordar primero la capacidad de producción de misiles de Irán”, sostuvo durante su discurso, añadiendo que la intención última del ataque es la de transformar la realidad regional.
El mandatario israelí aprovechó para confirmar que Estados Unidos estaba al tanto del ataque pero ha dejado “en manos” del presidente estadounidense, Donald Trump, el derrotero a seguir a partir de ahora.
“Trump toma sus propias decisiones, y no pretendo hablar por él. Lo hace de forma muy convincente y contundente, y ya dijo en su momento que Irán no debe tener armas nucleares, un punto de coincidencia entre nosotros y la política norteamericana”, añadió.
Netanyahu cerró su discurso asegurando que la operación contra Irán funciona a un nivel “completamente diferente” a su campaña en Gaza y tiene tal envergadura que “puede cambiar la historia, y no solo garantizar el futuro de Israel, sino abrir la puerta a un nuevo Oriente Próximo”.
“El 7 de octubre, parecía que nos enfrentábamos a la aniquilación; hoy, estamos al borde de un punto de inflexión histórico. Hablaré directamente al pueblo iraní en un futuro, porque creo que hay grandes oportunidades ante nosotros”, concluyó.
Quiénes son los altos cargos militares iraníes muertos en los ataques
Baqeri, el segundo militar más poderoso
Mohamad Hosein Baqeri era el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Tras el líder supremo iraní, Alí Jameneí, era considerado el militar más poderoso de Irán. Licenciado en Ingeniería, con un doctorado en Geografía Política y experto en inteligencia militar, era jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán desde el 28 de junio de 2016, cuando sustituyó a Hassan Firouzabadi.
Nacido como Mohammad-Hossein Afshordi en Teherán en 1960, era un curtido militar, que luchó en la guerra entre Irán e Irak (1980-1988) como parte de la Guardia Revolucionaria y también fue subjefe del Estado Mayor de Inteligencia y Operaciones entre 2002 y 2014.
Baqeri fue incluido en la lista de sanciones del Departamento estadounidense del Tesoro en noviembre de 2019 y también contaba con sanciones de Canadá y de la Unión Europea (UE), quien lo acusó de transferir drones a Rusia para usarlos en Ucrania. Su puesto, tras la muerte, lo ocupará el mayor general Abdorrahim Musaví, quien es también el comandante del Ejército.
Salamí, un combativo militar
Hossein Salamí era el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, siendo nombrado en su puesto en 2019 en reemplazo de Mohammad Ali Jafari, justo después de que Trump anunciara la salida de EE.UU del acuerdo nuclear internacional con Irán, restableciendo sanciones contra Teherán y designando a la Guardia Revolucionaria como una organización terrorista.
Nacido en 1960 en la ciudad de Golpayegan (centro de Irán), era estudiante de ingeniería mecánica en Teherán cuando estalló la guerra con Irak (1980-1988) y el mismo año de inicio se unió a la Guardia Revolucionaria, donde luego ascendió a jefe de su fuerza aérea y fue comandante adjunto.
Después de que Estados Unidos asesinara a Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, el 3 de enero de 2020 en Bagdad, el propio Salamí amenazó con tomar represalias contra estadounidenses e israelíes: “cualquier acción que tome el enemigo contra nosotros será respondida con un golpe recíproco, decisivo y firme”, dijo.
Considerado un hombre combativo y con un discurso agresivo contra Israel, EE.UU. y Arabia Saudí, en sus intervenciones prometía venganza y hablaba de una “lucha global” contra los enemigos del Islam. Se considera que fue quien ordenó la operación de abril de 2024 en la que Irán lanzó unos 300 misiles y drones hacia Israel.
Por ello, desde los canales oficiales le consideran “un hombre visionario” y la propia Guardia Islámica ha dicho tras su muerte que “fue uno de los comandantes más destacados de la Revolución Islámica”. El puesto de comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria lo ocupará ahora el general de división Mohammad Pakpur.
Los otros nombres militares
Junto a Baqeri y Salamí, se ha conocido también la muerte del jefe de la Fuerza Aérea del cuerpo militar de élite, el general Amir Ali Hajizadeh, y del general Gholam Ali Rashid, responsable de la importante base aérea Khatam ol-Anbiya.
Según el cuerpo castrense israelí, en los ataques también murieron el comandante de la fuerza de drones, Taher-pour, y el comandante del Comando Aéreo, Davoud Shaykhian.
Hajizadeh era el responsable del programa de misiles y de drones de Islam desde octubre de 2009, y por ende tuvo un papel destacado en los últimos lanzamientos de misiles a Israel del año pasado.
En su historial, además de sanciones estadounidenses y canadienses, también está el derribo “por un error humano” del vuelo 752 de las Aerolíneas Ucranianas el 8 de enero de 2020, que partió desde Teherán y donde murieron 176 personas. El propio Hajizadeh dijo a los periodistas que la aeronave fue derribada por un misil de corto alcance que explotó cerca del avión, después de que Irán confundiera el Boeing con un “misil de crucero”.
Por su parte, Rashid, nacido en 1953 en Dezful (oeste de Irán), era el comandante del Cuartel General Central de Khatam al-Anbia (KCHG) desde junio de 2016, por lo que era el responsable de coordinar el ejército convencional de Irán y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, así como de supervisar las operaciones ofensivas y defensivas.
Además participó en la transferencia de vehículos aéreos no tripulados a Rusia para apoyar la agresión de Putin a Ucrania, motivo por el que Gholam Ali Rashid está incluido en la lista de sancionados por la Unión Europea.