Misión de observación del balotaje considera que el mandatario turco se benefició de una campaña en desigualdad de condiciones y con una prensa sesgada.

Las restricciones a la libertad de expresión y la parcialidad de los medios han dado a Recep Tayyip Erdogan una “ventaja injustificada” de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Turquía, denunciaron este lunes observadores internacionales.

“Las preocupaciones planteadas durante la primera vuelta sobre la falta de igualdad de condiciones y la desigualdad de la campaña siguieron sin abordarse y el presidente en funciones continuó beneficiándose de una ventaja injustificada”, señaló Farah Karimi, líder de la misión de la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Aunque estuvo bien dirigido, el proceso electoral “se caracterizó por un lenguaje cada vez más incendiario y discriminatorio durante el periodo de campaña”, señaló Karimi.

“El sesgo de los medios de comunicación y las continuas restricciones a la libertad de expresión” también “crearon condiciones de competencia desigual y contribuyeron a una ventaja injustificada” para Erdogan, agregó.

Elecciones limpias, pero…

El diputado alemán Frank Schwabe subrayó que si bien las condiciones de campaña no estaban equilibradas en absoluto, el proceso electoral en sí no había sido manipulado.

“Si me preguntan si lo que la gente ha echado en la urna es lo que se ha contado al final, digo: ‘sí, lo es"”, dijo Schwabe, destacando que solo ha habido incidentes menores durante la jornada electoral.

No obstante, subrayó que la campaña tuvo lugar con un partido de la oposición, el izquierdista y prokurdo HDP, amenazado con ser ilegalizado por un caso judicial, al tiempo que otro proceso contra el actual alcalde de Estambul, el socialdemócrata Ekrem Imamoglu, puede impedirle participar en el futuro en política.

“Los votantes tenían una opción real de elegir entre alternativas políticas en la jornada electoral”, confirmó también el embajador Jan Petersen, miembro de la delegación.

Eso sí, subrayó que los votantes no tenían suficiente acceso a la información necesaria por “el sesgo de los medios que, al igual que en la primera vuelta, no daban las mismas oportunidades a los dos candidatos, con la radiotelevisión pública favoreciendo al titular del cargo y un sesgo similar en muchos medios privados”.

La misión de observación para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Turquía desplegó a 232 observadores de 31 países.