La policía israelí habría utilizado un programa de espionaje para espiar a un testigo clave del juicio contra el exprimer ministro Benjamin Netanyahu, informó la prensa este jueves.

En una grabación divulgada por el noticiero de Canal 12 se escucha policías hablando al parecer de intervenir el teléfono de Shlomo Filber, un antiguo aliado de Netanyahu convertido en testigo de la fiscalía.

“Es como si fuera ilegal (…) instalar la aplicación”, dice un policía en la grabación.

La policía israelí se negó a comentar las informaciones sobre las grabaciones.

Pero un portavoz dijo a Agence France-Presse que “la policía israelí cooperará plena y transparentemente” con el equipo investigador designado por el fiscal general para investigar el posible uso inadecuado del programa de espionaje.

Netanyahu, primer ministro de 2009 a 2021, enfrenta cargos de soborno, fraude y abuso de confianza, acusaciones que rechaza.

Su juicio deberá extenderse por varios meses más y las apelaciones podrían demorar años.

La prensa israelí informó en enero que el exjefe de gobierno está negociando un acuerdo con el fiscal general que incluiría una admisión de “bajeza moral”, una ofensa que conlleva una sanción de siete años sin participación política.

Netanyahu ha negado el acuerdo.

La versión de que la policía espió a Filber surgió en medio de una investigación más amplia sobre la vigilancia policial no autorizada de teléfonos israelíes.

El ministerio israelí de Justicia se comprometió a investigar el tema tras una publicación del diario empresarial Calcalist, según el cual la policía usó el programa israelí de espionaje Pegasus contra manifestantes opuestos a Netanyahu.

La policía inicialmente negó la versión, pero el martes pareció variar su postura al señalar que “nuevos elementos cambian ciertos aspectos del asunto”.

Pegasus es un programa de vigilancia que puede encender la cámara o el micrófono de un teléfono para recopilar su información.

Generó controversia mundial el año pasado tras revelaciones de que fue utilizado para espiar a periodistas y disidentes en países como México, Hungría, Polonia y Arabia Saudita.