El ministro de Defensa de Polonia, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, aseguró este martes que “todas las pistas” del supuesto sabotaje que se produjo el domingo contra el sistema ferroviario en un punto que conecta la capital, Varsovia, con la ciudad de Lublin, conducen a Rusia, a tenor de otros casos similares en Europa.
Kosiniak-Kamysz reconoció que habrá que esperar a la detención de quienes ejecutaron el plan para tener “certeza absoluta” de quien está detrás del ataque pero, “todas las pistas conducen al este, a Rusia”.
“Debemos ser cautelosos, pero no temerosos; humildes, pero fuertes. Todo está diseñado para destruir la comunidad, destruir las alianzas y sembrar la incertidumbre”, dijo en una entrevista para la emisora polaca ZET, en la que advirtió que “todos los escenarios deben considerarse con mucha seriedad”.
En ese sentido, explicó que Rusia está llevando a cabo todo tipo de maniobras para “debilitar a Occidente”, ya sea a través de ataques informáticos y de desinformación, sabotajes a infraestructuras, o violando el espacio aéreo de la OTAN, e incluso estableciendo nuevas rutas migratorias “para perturbar la paz”.
“Vivimos en tiempos difíciles (…) Es un estado entre la guerra y la paz”, dijo Kosiniak-Kamysz.
Polonia reinicia la línea afectada
Las autoridades de Polonia anunciaron este martes el reinicio del servicio en las vías afectadas tras el supuesto sabotaje, según confirmó en sus redes sociales el ministro de Infraestructuras polaco, Dariusz Klimczak.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, describió el incidente como un sabotaje “sin precedentes” en la línea férrea Varsovia-Lublin, a la altura del pueblo de Mika, y un ataque directo “contra la seguridad del Estado polaco y sus ciudadanos”.
En un primer momento, las propias autoridades polacas evitaron apuntar a Rusia. Sin embargo, apenas dos días después las sospechas ya van en esa dirección.