Grecia suspira de alivio tras los dantescos incendios que han azotado intensamente al país heleno y que ya están controlados.

Por otra parte, Europa del sur permanece en alerta ante la proliferación de otros fuegos provocados por la ola de calor.

“Desde ayer no hay frentes activos de gran tamaño, solo focos dispersos”, aseguró un portavoz de los bomberos griegos.

Los equipos de bomberos siguen en alerta por el riesgo de que los incendios resurjan en la isla de Eubea, el lugar más castigado por las llamas.

Durante el fin de semana se esperan fuertes vientos, que pueden hacer que las llamas se propaguen rápidamente.

Desde finales de julio, las llamas han arrasado más de 100.000 hectáreas en Grecia. Centenares de casas y de pequeñas empresas se han visto reducidas a cenizas por el fuego en una parte del Peloponeso y en la periferia de la capital.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, aseguró que se trataba de una catástrofe medioambiental sin precedentes por el cambio climático.

Los crecientes incendios están asociados a diversos fenómenos anticipados por los científicos, debido al calentamiento del planeta. Según los expertos, las olas de calor se multiplicarán, se alargarán e, incluso, se intensificarán.

“A nivel mundial, el aumento de las temperaturas y la aridez ha alargado la temporada de incendios y ha duplicado el área de riesgo”, según expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU.

Una señal de que la guerra de Europa contra los incendios está lejos de terminar se observa después de que rescatistas franceses fueran enviados de Grecia a Sicilia, que se enfrenta a las llamas como su vecina Calabria.

“Un desafío permanente”

Un anticiclón bautizado Lucifer atraviesa actualmente la península, causando un gran incremento de los termómetros. Tiene una temperatura récord de 48,8 grados registrada el miércoles en Sicilia.

Ante estos incendios en los que murieron cuatro personas, el primer ministro italiano, Mario Draghi, anunció el jueves “un programa de ayuda para las personas y empresas afectadas”, junto con otro “especial de reforestación y seguridad del territorio”.

En Portugal, el Gobierno declaró en alerta de incendios hasta el lunes a 14 de sus 18 regiones.

Voluntario descasando tras incendios en Grecia | AFP

“Ya sabemos que los próximos días van a ser difíciles”, advirtió el jueves el primer ministro portugués, Antonio Costa. Refiriéndose a “un desafío permanente causado por el cambio climático”, Costa llamó a la población a evitar “conductas de riesgo”.

En Argelia, los bomberos y voluntarios también luchan sin descanso contra los incendios que ya se han cobrado 71 víctimas.

En su vecino Túnez, se registraron una treintena de incendios ocasionados por la ola de calor, mientras que Turquía anunció la muerte de 27 personas por inundaciones justo apenas después de incendios mortales.

Riesgo alto en España

Alrededor de 100 bomberos trabajaron durante la noche para controlar el incendio en la provincia de Tarragona, que obligó a la evacuación el jueves de unos 30 campistas y destruyó unas 75 hectáreas de bosque protegido.

En el otro extremo de España, decenas de bomberos combatían un incendio forestal que se inició el jueves por la noche en Rubiá, en Galicia (noroeste), una región que ha escapado a la ola de calor que se inició el jueves y persistirá hasta el lunes.

La Agencia Estatal de Meteorología informó de que casi todo el país se enfrentaba el viernes a un riesgo “alto”, “muy alto” o “extremo” de incendios forestales debido a las altas temperaturas.

Sólo una franja de la costa norte y partes de la región oriental de Valencia, en la costa mediterránea, tenían un riesgo “bajo” o “moderado”.

La oficina meteorológica cifró en 15 de las 17 comunidades autónomas españolas las que estaban en alerta por altas temperaturas, con la previsión de que el termómetro alcance máximas de 36º a 40º el viernes en gran parte del país.

Las temperaturas podrían ascender hasta los 46º en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén, en el suroeste de Andalucía.